sábado, 24 de diciembre de 2011

Nochebuena ¿?

Parece que hace demasiado que no escribo, que los pensamientos oscuros no salen de mi cabeza y eso me abruma. ¿Por qué hoy? No tengo ni idea, o quizá sí. 
Vuelvo a estar mal, de ese modo absurdo e insolventable, de esa forma que nadie puede acallar. Detrás de esta fachada asumida y estipulada, impenetrable para muchos. 


Me levanto después de un placentero sueño, no tengo que esconderlo, has sido tú el que ha calentado mi noche. Necesito hablarte, lo necesito y lo hago. Un escaso minuto de felicidad, de la verdad, de la que va más allá, pero destrozada, como todo lo que se pone en relación contigo. Con esa capacidad destructiva que te caracteriza. No, espera! quizá sea mi propia capacidad autodestructiva. Divago, me pierdo, me hundo. Pero pienso desde el controlado impulso que me aun me quedan personas en las que refugiarme de las que no te dejan destrozadas a tu suerte. Porque si tú me hundes, o yo me hundo, los tiburones del océano serán capaces de andar por Murcia descalzos en plena madrugada y con esa calidez que te caracteriza. Tú lo sabes, rojo, gracias. Y si aún no me encuentro me iré a esa isla en la que aparecen personas en bata roja y con perro que me llevan a la cama con la mayor de las sonrisas, sea la hora que sea, incansable, gracias a ti también.


Pero no quiero preocupación, solo necesito un revólver y mucho plástico! XD
(He releído todo al pasarlo al ordenador y me he dado cuenta de que alguien que no conozca mis instintos sociopatas o psicópatas creerá que tengo una perturbación severa y un gran deseo de una pistola para agredirme o agredir a alguien...jajaja me encanta! Incertidumbre al poder...)

miércoles, 21 de diciembre de 2011

lunes, 12 de diciembre de 2011

Heterogéneo

Inspiro. El frío me congela las manos pero me gusta.
¿Qué pasa? ¿Qué hay de ese vacío que oprime el pecho? No queda fachada, no en la soledad de mi terraza.
Hablemos pues de las circunstancias. Debería, supongo, estar feliz, nada sucede para que ocurra lo contrario. Pero es ese vacío que siento a veces el que me paraliza, me asusta, me despierta de madrugada. Maldito duende, insomnio que se cuela por las noches.


Hoy ha sido un buen día, ¡qué digo! un fantástico día. ¡Soy oficialmente delegada! Estupenda exposición y  gran noticia del/los maestro(s). Sin embargo buen sabor a medias, he tenido que reprimir demasiadas veces el deseo de llamarte. ¿Por qué? Porque es algo que sin quererlo me une a ti, de una forma profunda y demoledora.
"La orquesta del Titanic" porque sigue tocando a pesar de que todo se hunde. Quizá sea eso lo que me mantiene a flote a lo largo del tiempo. Es esa capacidad de seguir luchando aunque me penetre el vacío. O quizá la búsqueda de calor en el hiriente frío. Frío como en este preciso instante en el que mis manos y mi cara empiezan a perder la sensibilidad, este frío buscado que de un modo u otro me hacen sentir viva. 


Viene a mi mente otro motivo que provoca una sensación de calor repentina: MADRID. Este viaje hace que la ilusión permanezca anclada en mi mente. Me dais, y nunca os lo he puesto por escrito, esa sonrisa en los momentos más difíciles. Gracias Sergio, Jose Juan y Fernando, hacéis, cada uno a vuestra manera que los días grises se coloreen.
Ya sea viajando en coches exclusivos a EE.UU, donde me das Sergio, ese calor que penetra en mi mente. O con extraordinarios viajes improvisados al calor de la cerveza donde tú, Jose Juan, iluminas con ese color rojo radiante mis momentos más sombríos. Y desde luego a ti, Finlandia, donde sé que siempre puedo exiliarme porque tu estabilidad y apoyo incondicional nunca va a faltarme aunque todo se hunda. Tú, Fernando, que eres río, montaña y estrella.


Gracias, de verdad, a los tres que habéis penetrado en el coto privado de mi vida.


P.d.: ya os compraré una botella de tequila para brindar en Nochevieja, en ¡Madrid!, porque sin vosotros esto no sería posible.


Termino y sonrío. ¿Hace más calor o ese vacío se llena de risas y whisky? 

martes, 6 de diciembre de 2011

6/12/11 Dia estridentemente perturbador

Se levanta el viento y mi mente despierta. Acorralada con el frío invernal de Diciembre mi mente escapa al calor del sol, de los libros, los cuentos, la cerveza y la buena compañía. Pero con mi mente también escapan otros pensamientos más oscuros, más rojos, más divertidos.
Necesito un revólver. Sentir la poderosa presencia del metal frío en mis manos, saber que podría usarlo y no hacerlo (o sí). Necesito la tortuosidad de los dilemas que corrompen las mentes perturbadas. Hoy amanece psicópata en mi mente y no puedo evitarlo. Hace frío en mi casa y necesito salir a que el sol me caliente. Veo como te comes la boca y lo enseñas, orgulloso de ello y yo suspiro desde mi perturbada existencia con pensamientos maléficos rondando mi mente. Pero sonrío, de hecho me río. No con esa sonrisa irónica, va más allá. Me río como solo las personas que son destrozadas pueden hacerlo, como el cristal grande y duro que puede romperse con un solo golpe bien dado. Me encuentro así, como ese viaje de carretera y manta que acaba en la cuneta de cualquier carretera, sin bar, whisky ni marihuana de por medio. No lloramos entonces,sino que volamos. Quien lo entienda,me alegro; quien no, le envidio.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Camino?

Escribo de nuevo, no con mucho más acierto, ahora q mis músculos entumecidos se relajan, ahora que comparada, constitucional o hacienda dejan sitio para volar.

Ocasionalmente un torbellino de pensamientos invade mi mente y me perturba hasta el límite de la tortuosidad. Es en esos momentos cuando necesito caminar lejos y a buen ritmo. Necesito llegar. No sé a dónde, solo llegar, caminar sin rumbo aparente mientras flechas amarillas marcan el camino. Las dudas, entonces, invaden mi mente y me asfixian como el teléfono o las personas vacías. Camino sola, generalmente, pero con buena compañía. Me siento a la orilla de algún río y me mojo los pies mientras escucho un cuento y vuelo como los deseos en el aire, como las promesas por cumplir. Y así sucede, que cuando camino absorta en mis pensamientos más profundos, cuando el látigo resuena decenas de kilómetros atrás, o el peso que cargo se hace insoportable, alguien aparece y camina conmigo, un rato o dos, o quizá incontables minutos que hacen arder los relojes y el tiempo. No importa. Y es así como la tortuosidad se desvanece, parando el tiempo en cada momento importante, reteniéndolo en la memoria mientras el olor lo impregna todo.

Yo siempre torturándome a ver si algo me alivia

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Recuérdala.

Porque siempre hay sitio para un paraíso, por muy efímero que sea.



...a ti que has compartido conmigo una almohada en el infierno.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Paraísos artificiales

Me siento, fumo y pierdo los pocos minutos que me quedan para entregar una práctica en escribir. Porque me has inspirado, tú lo sabes. Es curiosos que las musas de la palabra empiecen a acudir a mi en mi estado sobrio, ¿algo cambia? Quizá el reto mental de la palabra, los argumentos o la dialéctica sutil y malintencionada den a mi mente otro estímulo parecido al de el alcohol, el humo blanco o el sexo sin control ni conciencia. 

Me siento bien, hoy me siento realmente bien y es por eso que decido hablar de paraísos. Antes de nada debo decir qué es para mi un paraíso, ya que en mi vida los hay a montones. Quizá lo más fácil sea decir lo que no es. 
No es una meta, no es algo a lo que llegará si hago buenas acciones, no es un estado de paz y tranquilidad necesariamente, no es el pasaje bíblico donde todos los cristianos son felices. Entonces ¿que son mis paraísos? 
Para mi un paraíso es un viaje improvisado, el olor a viejo de un libro. Mi paraíso es una teoría refutada al calor de la cerveza, o una tarde no planeada. Mi paraíso está en la soledad de mi terraza. Mis paraísos son noches blancas y salvajes. Mi paraíso es la soledad de mi vacío. Mi paraíso se encuentra en el café de media tarde o en la caricia furtiva de madrugada. Mis paraísos son arañazos que escuecen y se sienten a lo largo del tiempo. El paraíso es para mi la ilusión por cambiar el mundo. Mi paraíso está donde viven los sueños que se explican o no se explican, que se entienden o no se entienden. Mis paraísos viven en las miradas cómplices, las mentiras piadosas y las noches en vela. Para mi el paraíso es esa persona que te rescata de las tinieblas sin decir nada. El paraíso se encuentra en las borracheras melancólicas a deshoras. El paraíso es quedar para cenar y no tomar ni un bocado. Mis paraísos viven en los malditos versos de sabina. El paraíso para mi se encuentra en el echar de menos, en los recuerdos que viven inmutables en el tiempo, en los tequilas que alejan y unen personas, en los chupitos con cigarro de después. Mis paraísos son todas aquellas islas que se encuentran alejadas de la sociedad pero consruyen puentes de visita. Me dejaré seguro parísos en el tintero, pero mis paraísos son estos, mis pequeños momentos de felicidad.

martes, 22 de noviembre de 2011

el equilibrio es imposible

Vuelves como el agua fría que entumece los músculos hasta que duelen. 
¿Y ahora? ¿Vendrás tú a abrazarme esta noche cuando tiemble?
Te (me) pregunto y la respues es siempre la misma "ni yo lo sé". Pero si cada vez que vienes me convences me abrazas y me hablas de nosotros dos y yo siento que no voy , que el equilibrio es imposible cuando vienes y me hablas de nosotros dos, no te diré que no yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Resaca electoral

Resaca electoral, 'maravillosa' resaca electoral.
La fiesta de la democracia terminó para aquellas personas simples y sencillas que no ven más allás de 15 días de campaña y un domingo lluvioso con papeleta en la mano y sonrisa de suficiencia.
¿Todavía piensas que lo simple es bueno? ¿Aún quieres la simplicidad aburrida y estipulada? Complejo, me encanta lo complejo. Nosotros, seres complejos, que una tarde de parque es un comienzo de teoría o que una noche de cachimba es un debate electoral, sabemos que esto no termina aquí que la democracia se vive 365 días al año y ahora con más razón tenemos que formar parte de ella. Sin duda me aburre la sencillez.

Hemos decidido que la derecha gobierne nuestro país. Por mi parte le daré un voto de confianza, por supuesto, pero no un juego suicida de cambio o prueba de medidas "milagro" con mi futuro, educación o sanidad. Es necesario subir impuestos, subir el IVA y aguantar determinadas medidas populares igual que durante ocho años se aguantaron medidas socialistas. La gente que me conoce, que realemente me conoce, sabe que no estoy contenta con el resultado obtenido pero desde mi absoluto raciocinio creo que era necesario un cambio que sin duda Rubalcaba no ofrecíay que cualquier otro partido político no podía ofrecer. También es cierto que un perdedor durante ocho años no es la solución, pero al menos es el cambio. Si no siempre tendremos las calles que serán nuestras.
Llevo toda la mañana leyendo estúpidos comentarios en distintas redes sociales que van desde que este gobierno es la solución hasta personas que quieren irse del país. Bendita libertad de expresión. Por mi parte, lo considero estupidez a raudales.
Debo mencionar especialmente desde mi absoluto asombro la increíble subida de Izquierda Unida que es el ejemplo de que a pesar del viento en contra luchando se consiguen resultados y no criticando de brazos cruzados el sistema. Finalmente termino con un aplauso a la diversidad ya que tenemos el parlamento más plural que se conoce en domocracia. Vamos a usarlo y a erradicar ese miedo de penetrar en las instituciones porque es posible y además recomendado.

Conversación estúpida:
-¿Me respetas ahora un poco menos?
-No, te sigo respetando igual de poco.

en el fondo, en el fondo... =)

viernes, 18 de noviembre de 2011

Por quien doblan las campanas...

Jueves 17 de Noviembre, en algún punto de la tarde...
Son estos mis pequeños y complejos momentos de felicidad. ¿Irracional? Es curioso, nunca me he sentido así. Siempre he sido, o creído ser, una persona dominante de mis actos o pensamientos. Me pones en la tesitura de refutar mi teoría. Me gusta, en el fondo me gusta.

Viernes 18 de Noviembre, reconfortante terraza acompañada de cigarro...
Humo. Todo es más sencillo desde este lado. Día gris y lluvioso, mañana de resaca y sonrisas. Pienso luego, dicen, existo. ¿Tópico? Yo pienso, yo nunca dejo de pensar. Necesitaba escribir, vaciar en esta libreta mi cabeza de todos los pensamientos que me atrapan.
Llevaba un tiempo queriendo escribir sobre algo que leí y hoy me parece un día melancólicamente estupendo. 
"Quizá sea esto todo lo que puedo pedirle a la vida. Puede que sea eso mi vida y que en vez de durar setenta años no duré más que setenta horas. O quizá setenta y dos si contamos los tres días. Me parece que tiene que haber la posibilidad de vivir toda una vida en setenta horas lo mismo que en setenta años con la condición de que sea una vida plena... Así es que puedes cambiar tu vida de setenta años por setenta horas y me queda el consuelo de saber que es así. Si no hay nada por mucho tiempo ni por el resto de nuestra vida ni de ahora en adelante, sino que solo existe el ahora bendigamos el momento presente porque me siento muy feliz en él".
E. Hemingway "Por quién doblan las campanas"

Después de esto me encuentro con muy poco que decir, la primera vez que lo leí pensé "yo he sido capaz de vivir plenamente en setenta y dos horas" con un deje de resignación y felicidad al mismo tiempo. Ciertamente, era fabuloso.
Pero ahora le encuentro otro sentido y creo que si de verdad no hay nada de por vida prefiero vivir el momento complejo, ruidoso y coloreado en unas pocas horas. Quizá mañana no seamos nadie, pero nadie nos arrebatará nunca cada cosa que pasa en un momento. 
Entonces como tú me dijiste (escribiste)... tú eliges.




Quizá cuando el humo blanco recorra mi mente estaré más inspirada y ampliaré esta actualización, por el momento podemos empezar a saber por quién doblan las campanas.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Famoso sueño

Aún cuando el humo blanco se apaga y mi cordura vuelve a apoderarse de mi, no soy yo. Mi yo ebrio tiene secuestrado al sobrio y ni siquiera un lunes de resaca por la mañana es capaz de escapar. Contaré un cuento (sueño) en esta mañana apasionantemente solitaria y desencantada. Tengo que plasmarlo en papel para que no se olvide.

Yo era un comandante de algún bastardo ejército, luchándo por algún sucio ideal que no fui capaz a recordar. Y así comienza vestida de militar, pero tranquila y diáfana, con una seguridad aplastante y con la convicción en todo momento de qué debía hacer. En algún punto del tiempo me dan un ultimatum, debo rendirme y deponer las armas o explotarán una bomba nuclear en nuestro país. Pienso. ¿A quién quiero engañar? No pienso, qué tengo que hacer en todo momento y sé que debo contestar "yo no me rindo ante las amenazas, seguiré luchando hasta el final" Después de esto nos dan una hora, tenemos hasta las 4 para dar fin a la lucha. Nos encontramos en esta situación, yo como responsable debo comunicar al resto de mis camaradas lo que acaba de suceder y por supuesto la decisión que yo he tomado. Porque lo sabía, porque tenía que tomar esta decisión.
Pasan las horas rápidas, confusas. Y de repente me veo en una habitación que usamos a modo de cuartel, tranquila, sentada, dándole vueltas a la próxima ofensiva. Porque no pasa nada, la bomba no va a explotar. Entra un soldado, un simple soldado que lleva una granada de mano cogida. Le miro, no le tengo miedo, no tengo miedo a nada. Le veo que busca entre las cajas y los papeles de nuestro cuartel como si estuviera nervioso, como si creyera que va a pasar algo. Entonces le hablo, le digo que qué quiere, que me lo diga que sé donde se encuentra todo ubicado. Me dice que no, que prefiere buscarlo y me pasa la granada, me da la granada y la sujeto con la mano. Pasan los minutos y el pobre soldado cada vez esta más nervioso, le digo que se siente, que nos sentemos juntos a esperar la hora pero le reitero cientos de veces que no va a pasar nada, que ninguna bomba atómica va a explotar. (Sigo con la granda en mi mano) Estoy convencida, convencida hasta lo más profundo que nada sucederá e intento convencer al soldado, que a pesar de todo está muy nervioso. Nos sentamos uno frente al otro con las piernas cruzadas y dejo la granada en el centro, entre nosotros dos. Le repito que se tranquilice. Faltan dos minutos para que se cumpla la hora fijada. Nos miramos a los ojos y respiro de tranquilidad cuando veo que mi reloj marca las cuatro y nada ha sucedido. Le vuelvo a mirar y le digo ¿Ves? No pasa nada. En el mismo momento que muevo la cabeza y miro por la ventana de pequeño cuartel. Veo la bomba acercarse y su onda expansiva cada vez más cerca. No hay tiempo, no nos movemos no hablamos. El soldado me mira una última vez, como queriendo decir algo, no lo sé. Un último movimiento, intento protegerme con los brazos. Es tarde.


Momento para la reflexión como tantas veces hemos hecho mientras el humo blanco salía de nuestras bocas, la cerveza estaba inundando nuestras gargantas y las esquinas se hacían cada vez más afiladas y los colores eran cada vez más vivos y la luz se apagaba pausadamente. 
¿De qué guerra estamos hablando? ¿Por qué estoy tan segura de todos mis movimientos? ¿Por qué soy yo quien manda, quien lleva las riendas? ¿Por qué decido luchar hasta el final? ¿Que hubiera pasado si me rindo, si tomo la decisión de rendirme? ¿Tendría que morir? ¿Qué significa esa estúpida granade de mano? ¿Quién es ese soldado que perturba mis tranquilidad y serenidad? ¿Por qué estoy tan tranquila? ¿Por qué tengo unos segundos de paz desde que son las cuatro hasta que veo como la bomba nuclear se acerca? ¿Por qué mi último movimiento es protegerme?

¿Respuestas?

domingo, 13 de noviembre de 2011

martes, 8 de noviembre de 2011

Fines de semana largos.

¿Qué pasa? El mundo, creo, se está volviendo loco.

Relajo y pienso. Ni un segundo tranquilo este fin de semana (incluído lunes), y me encanta. Otra vez me levanto con resaca política y mis sentidos se empapan durante toda la mañana con los "resultados" del debate televisado anoche.
El debate. ¿Qué puedo decir? Magnífica compañía, interesantes deducciones, visión politológica verdadera. Pero incluso más divertido, como solemos decir, nuestra imaginación volando a cuartos pequeños con luz de billar, humo de tabaco, camisas remangadas, comida tailandesa, gritos, aplausos, nervios...algún día, lo tengo claro socio capitalista.
Además de eso, me veo en la obligación de hacer un pequeño análisis de mi impresión. Antes de nada tengo que señalar la astucia de Rajoy al "equivocarse" dos veces con Rodriguez Zapatero...¡pero que listo! ¿Asique hablamos de continuidad no?
La primera parte, dominada hasta los últimos minutos por Rubalcaba con cantidad de propuestas y ataques directos a Rajoy que se medio salvó en sus últimos tres minutos de participación. En el segundo bloque de política social, gran importancia a las pensiones y primer compromiso de Rajoy ¿lo cumplirá? Rubalcaba a la defensiva y demasiado pegado al programa, se le empieza a notar su posición de lider de la oposición. Queridísimos asesores, ¿en qué estábais pensando? Última parte y para mi la más aburrida, mucha diputación y poca democracia. Saludos finales muy correctos, Rajoy hablando desde la Moncloa y Rubalcaba intentando movilizar a sus votantes. ¿Dónde está la religión, el ejército, la corrupción, lo movimientos sociales, o la ley del aborto?
Otra dato que si algún día tengo el privilegio de estar en la habitación llena de humo cambiaré. ¿Corbata azul de puntos para Rubalcaba? ¿En serio, chicos? Y luego, qué pasa con la posición ¿es incapaz Rubalcaba de estar recto? Chapó para los colegas peperos, me encantó el detalle de llegar un minuto antes, vamos por delante de esta crisis y sabemos como solucionarla, un buen punto.
Poco más que añadir al debate, hoy se darán nuestros propios debates en la universidad, espero bastante interesantes. Querido Sergio, nunca leerás esto, pero me encantará tu cara esta tarde cuando te diga lo que tengo que decirte.

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Para terminar, una idea a la que llevo dándole vueltas desde el sábado que la escuché. Cierto es que necesitaría mucho tiempo libre para escribir y analizar todo lo que me gustaría de ese día, pero hay algo que no puedo dejar de nombrar. Y sucedió como suceden las cosas que no tienen mucho sentido, en una conversación al calor de demasiados quintos, la marihuana y las teorías de bar.

-Yo creo que existen personas en blanco y negro y personas con
 colores.
-¿En serio? Yo creo que soy una persona en blanco y negro, me he
 vuelto demasiado radical, lo veo todo blanco o negro.
-Ni de coña, ambos sabemos quién es una persona en blanco y 
 negro, tú eres una tía con colores.

Sonrío y lo pienso durante unos segundo, de veras alguien puede ver en mi más allá de mis fantasmas, de mi oscuridad opaca y residual. Quizá, entonces, no sea tan mala, tan culpable, quizá entonces no mereza que me machaquen y me fusilen en la cuneta cerca de cualquier cementerio. Supongo que dónde hubo queda, pero no sé muy bien dónde. 
Me viene ahora un trozo de un soneto que leí hace poco... ¿Volveremos? Al menos los pájaros vuelven. Entonces tendremos que aprender a volar.
Y lo haré, estoy segurá de que volveré a llenar de colores mi vida porque los tengo, solo falta que yo los vea.
Gracias por esas borracheras melancólicas a deshoras.

Resto de finde verdaderamente bueno, saturación de baloncesto, pero muy agradable. Excepto porque o me pongo la chupa o voy al almacén no permito volver a helarme de frío. =)

jueves, 3 de noviembre de 2011

incoherente

Mal tiempo, persiste este tiempo gris y sombrío de Noviembre. Ya no recordaba lo absolutamente feo que es este mes, y tampoco recordaba lo muchísimo que detesto el invierno. No me gusta el frío, ni la lluvia, ni el viento, ni las tardes oscuras. Habrá quien me diga: "depende para qué y con quién está bien" Un corte de manga es lo más suave que puede llevarse. Es feo, este tiempo es feo y sin sentido. ¿O es que no puedes quedarte en casa viendo pelis sin que haga mal tiempo?
Paro. Reflexiono. ¿Qué hago hablando del tiempo? Me resulta un tanto patético hacerlo, sobretodo porque el tiempo no me importa lo más mínimo.
¿Irónico no crees? Yo aquí sentada en mi terraza helada de frío intentando consumir este cigarro y escribiendo sobre algo que supuestamente pasa a mi alrededor. Como todo lo que pasa, nunca a mi, siempre ajeno. Hablabas un día de recuperar tus calles, y yo me rio. ¿Tus calles? Tú al menos sientes que has perdido tus calles. ¿Cuando podré yo, al menos, sentir?

miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿Granada?

Me pregunto qué tiempo hace en Granada. 

Últimamente no dejo de soñar con sus calles, sus teterías, sus plazas, su gente, sus kebabs...
Me pregunto si hace frío o llueve, si es capaz de hacer sentir calor. Me intriga la fascinante Granada con sus tapas, sus esquinas que enamoran y esa idea loca que persiste en mi mente desde hace unos días. ¿Es posible, acaso, viajar hasta Granada y volver? O quizá, ¿no volver? Necesito saber si Granada está extraña como yo o si puede reconfortarme al calor de alguna cama de hotel barato. 
Todo esto suena a viaje a la vista y es inevitable. Será posible volver a sentir aquella ilusión por hacer un viaje, volverá a entusiasmarme el olor a cerrado de la sucia y vieja maleta, podré cogerla sin venirme abajo recordando tu olor y los días que ha pasado en el suelo de tu habitación... Todo eso me atormenta.
Pero en Murcia llueve y hace frío y Noviembre no me gusta, porque te recuerdo en cada una de las formas que toma el día. Porque Noviembre es tuyo, porque tu hiciste remitir el frío de aquel Noviembre solitario y perdido.
Por todo esto, necesito saber qué tiempo hace en Granada y mojarme en sus calles, ponerme mis botas impermeables nuevas y patear los barrios, coger mis guantes y mi gorro y salir hasta la madrugada helándome de frío, pero despertarme caliente bajo las mantas de ese sucio hostal. Y por supuesto, y quizá primordialmente, necesito ir a Granada y visitar la Alhambra porque ya nadie me llevará allí a enamorarme. Es hora de bajar al mundo real, una vez más y seguramente la última y definitiva y ver con mis propios ojos una de las cosas que más ilusión tenía por ver, quiero saber si es verdad que la Alhambra es tan maravillosa y alucinante como dicen y quiero que mis ojos y mis sentidos se empapen de algo bello, porque supongo que todos necesitamos de vez en cuando sentir y yo voy a hacerlo alli. Debo sentarme en sus jardines y saber si es cierto aquello que dice el poeta, "Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada"

domingo, 30 de octubre de 2011

a este instante

"me gustan tus entonaciones y me gusta mirarte desde este ángulo exactamente"

Y sonrío, de forma simple, transparente, sincera.
Me parece absurdo y perfectamente bello al mismo tiempo. Podrías decir cualquier cosa, hablar de mi pelo, de mis ojos o de mis piernas. Y me gustaría. Pero ¿de mis entonaciones? es simplemente delicioso.

jueves, 27 de octubre de 2011

11.35

Tomar decisiones, la vida al fin y al cabo es eso. Decisiones. Escribo y mi mente va más rápida que mi mano y es complicado plasmar todo lo que quiero. El autobús viene antes de que termine el cigarro, me da rabia. Tengo ahora tiempo para pensar. 
Decía que baso mi vida en decisiones, unas más acertadas otras no tanto. Me resulta difícil ver como las personas a mi alrededor (y un poco más lejos) siguen con su vida. Son capaces de sentir, se ilusionan e incluso arrojan al pasado los lastres que le impiden caminar hacia delante. Quizá lo que más me sorprende de todo esto es que lo hacen sin dañarse lo m ás mínimo. En cambio yo soy incapaz de dejar de cargar con mis maletas del pasado y vivo con ellas hiriéndome hasta lo más profundo. No obstante, hay veces que no siento unidas casualmente a esos momentos no demasiado recomendados física o saludablemente. Aunque también, debo ser sincera, están esos momentos de silencio ruidoso en los que soy feliz, y soy feliz de verdad.
El problema es el de siempre, yo. Me gustaría romper con el pasado, hacer inventario, dejar a un lado mis manías, ser cariñosa y cercana, vivir acorde a lo estipulado, no necesitar "algo más", erradicar mis instintos asesino-psicópatas, decir siempre la verdad sin necesitar cantidades ingentes de alcohol, conformarme con sobrevivir...pero supongo que si todo eso fuera así dejaría de lado todo aquello que me hace ser diferente. Y entre lo aburrido y lo raro prepiero mil veces lo segundo.


Me despierto y lo último que espero después de una noche así es encontrarte en mi ordenador taladrando mi mente con un regalo de canción. La (te) escucho.

¿Maldito sea mi sms? Malditas sean las verdades aplastantes y ensordecedoras.

domingo, 23 de octubre de 2011

ciao, Sabina

Escucho canciones y un sin fin de melodías y letras vienen a mi mente. Antaño me emocionaban e incluso llegaba a pensar que podrían estar escritas para mi. Pero al fin y al cabo el tiempo nos pone a cada uno en su lugar y tras inciertos meses ya es hora de bajar al mundo real. Es el momento de aprender que las cosas no son más de lo que son, que las personas no son más de lo que son. Debo grabarme a fuego que no se debe esperar nada de nadie, y repito, nada. Ilusiones que se desvanecen con tan solo unas palabras, sonrisas que desaparecen cuando se cierra la puerta y se apaga la luz. Caricas que se sienten pero se pierden en cuanto la mano se aleja de la piel. Es duro. Yo antes solía pensar que "la rubia platino era morena" pero se fue como todo lo que en algún momento apareció en mi vida. 
Pero así es la vida, o quizá no. Así es mi vida, y me gusta vivir así. Con esta soledad tan concurrida, llena de ruido. Así lo prefiero, me encanta el sonido del asiento trasero en un coche de madrugada, o los bares llenos de gente teorizando a pleno pulmón, necesito la música fuerte retumbando en mis oidos...quizá sin todo eso tendría que pensar. Silencio y miedo. Suena en mi mente "¿dónde está la canción que me hiciste cuando eras poeta?" esto último me irrita, esperar, volvemos a lo mismo. ¿Para qué esperar nada de nadie? Si todo lo que obtengo ahora es esto, noches en vela, tabaco, mentiras piadosas, sexo, drogas & rock 'n roll. De hecho, Sabina ya no escribes ni quiero que escribas para mi las canciones más hermosas del mundo, pero menos mal, maestro que al menos no me fallaste en algo, tenemos más de cien mentiras, el sexo y el rock y la droga. Pero no todo son reproches a tus obras maestras, es solo que ahora duelen en mi mente y en mi cuerpo. No obstante, recurro a ti de nuevo para terminar, solo es necesario grabar esta vez con tinta en mi cuerpo cuatro palabras, con dolor pero para siempre: PEOR PARA EL SOL.

lunes, 17 de octubre de 2011

Sabina, no me la juegues

Pensamientos inconexos y Sabina en mis oidos, quizá más allá penetrando en mi mente, en mi alma si tal cosa existiera. "Caminito al hostal nos besamos en cada farola..." ¿no es cierto? "Nos dijimos adiós, ojalá volvamos a vernos" y me fui pero viniste. Volviste. A pesar de que olía a alcohol y hacía frío y mi yo estaba destrozado...volviste. Dice el maestro, "y nos dieron las 10 y las 11, las 12 y las 1 y las 2 y las 3 y desnudos al amanecer nos encontró la luna..." y susurraste y yo te quise, te quiero.
Maldito Sabino, ¿ahora? "hace demasiados meses que mis paysadas no provocan tus ganas de reir... mal y tarde estoy cumpliendo la palabra que te di cuando juré escribirte una canción" ¿en serio? no puede ser casualidad.
STOP. Bajo del autobús. Llego a casa. Mi mente divaga y se encuentra alejada del mundo. ¿Qué pasa? Es complicado, irrisorio si quieres, incluso reprobable...pero te pienso.

domingo, 16 de octubre de 2011

mal y tarde estoy cumpliendo...

No puedo más. Realmente no puedo más. A veces, pero solo a veces, también me encuentro entra la fragilidad de mis sombras que me miran y se burlan. A veces me da miedo. No pido que me cuiden, no pido que me quieran o me entiendan. Ni si quiera pido que se me acepte. Solo pido que se me respete, de una forma u otra, pero respeto. No es fácil para mi dibujar esta fachada, de que todo va bien, de que no pasa nada. Es terriblemente duro para mi reirme cuando no quiero hacerlo, hablar cuando no quiero hacerlo, o simplemente aguantar cuando no quiero hacerlo. Pero no lo reprocho, lo hago por que quiero porque me veo en la obligada moralidad de hacerlo. He perdido el hilo de lo que estaba diciendo, quizá porque este papel ya está mojado y tengo que hacer un doble esfuerzo por escribir, porque no se me nuble la vista con cada palabra que escribo.
Intento, pero no siempre consigo, ser imperturbable. Existen ciertas cosas que me duelen pero yo no sé por qué estúpida razón tengo que hacer como si no pasara nada, tengo que aceptar el más sucio chantaje, barato y rastrero con una puta palabra agradable en mi boca. ¿Por qué? Por que sino alguien sufre, y qué pasa cuando sufro yo? Eso a nadie le importa. Al final, soy yo la que tengo que estar día tras día y noche tras noche aguantando palabras que me hieren en lo más profundo. Soportando las ganas que tengo de llorar o simplemente de comportarme tal y como lo necesito. Por una vez, por una puta vez me gustaría ser yo la que pueda estar mal y no la que tiene que consolar, la que tiene que estar ahí, sólida como una puta roca, paciente y comprensiva.
Ni si quiera recuerdo ya el motivo, el discurso o el sentido de este escrito. No es propio de mi este desorden, frustración y sin sentido, pero esta vez, y solo esta vez y estos pocos minutos desde mi reconfortable soledad me doy el privilegio de sentir, de dejarme por un momento sentir.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Como un octubre solitario

Es maravilloso el efecto que el sol provoca en mi. Son las 12 de la mañana y necesitaba sentarme. Sentarme y escribir mientras fumo mi último cigarro. Anoche me acosté con demasiados pensamientos rondando en mi cabeza. La noche pasó entre el desvelo y los sueños y esta mañana necesitaba escribir, sentarme con el reconfortante sol calentando mi cuerpo.
Me despierto, son las ocho de la mañana y mi pequeña y dulece pesadilla se mete en mi cama. Dice que es hora de despertar y yo la rehuyo, ¡es demasiado temprano! No obstante, acampa en mi cama. Me llena de besos y no puedo evitar reírme. Sí, yo me rio a las ocho de la mañana. Es ella, no puedo evitarlo. Alguna genialidad tempranera de las suyas y cuando se va sigo durmiendo, pero con un mejor sabor de boca. Te quiero tanto pequeño bichito...
Después navego durante algunas horas, sin pena ni gloria, me siento extrañamente ausente. Como si mi mente quisiera decirme algo pero no lo hace, o no la escucho. Creo que se acerca uno de esos momentos en los que necesito pensar, pensar desde mi voluntaria soledad, pero no me atrevo. En lugar de eso fumo. Necesito un poco de paz, quizá necesito dejarme sentir, pero no puedo. Yo nunca puedo. Las circunstancias no lo permiten, la sonrisa en mi boca debe ser permanente. Sino, ¿quién me querrá? Quién osará soportarme si me dejo sentir tal y como debo? Es inútil, ni yo misma quiero hacerlo, quizá no sé. Nunca he aprendido a dejarme sentir, a decir no cuando es NO y a gritar sí cuando es SI. Seguiré, por sonsiguiente en esta estancia reconfortante de mi estipulada existencia. No debo, no quiero o no me atrevo a enfrentarme a mis demonios.
Me culpo, pero no te culpo. Pongo énfasis en la última frase. No te culpo. No pretendo que me entiendas, no pretendo que entiendas lo que no entiendo.
Solo quiero que algún día, como alguien sabe, una versión mejorada de mi se enfrente y perfeccione todo lo que yo no soy capaz.

Me siento mejor, termino con Sabina que como siempre parece describir con versos mi ánimo.
Flota en el aire una melancolía de hojas de un calendario mercenario, qué dolor. Mañana será otro día mucho peor. Por no pedir disculpas ni permiso, levanté una balada hipotecada con sangre de otra herida, sin otro compromiso que la vida.

martes, 4 de octubre de 2011

Hablamos de revoluciones


Hablábamos precisamente de esto, y hoy al escuchar esta canción me acordé de ese sentimiento. Decíamos que nos faltaba algo, nos faltaba esa experiencia por vivir. Una experiencia que marca de por vida. La movida en la calle, las calles que no son de países, los países que no tienen fronteras y "la poesía salió a la calle"
Supongo que podrían llover cientos de críticas sobre este pensamiento, o sobre estas cinco líneas sucias. Pensarán, y legítimamente, que 1968 no fue más que "cuatro perroflautas ensuciando las plazas", pero pensaremos otros, y también con todo nuestro derecho, que en Mayo del 68 se produjo una Revolución. "Supimos que todo es posible en 1968" y para mi eso ya es más que cientos de burócratas sentados en sus despachos pensando que nada puede ni va a cambiar.
Escribo esto y al mismo tiempo escucho la canción y se me pone la piel de gallina, un escalofrío cruza mi cuerpo y sonrío, al tiempo que el maestro me recuerda que "ya se secaron las flores de 1968" Pero no importa, amigo, no importa ya que donde hubo fuego quedaron cenizas. Y ese sentimiento vive todavía en algunos de nosotros, quizá no en los que piensan que los perroflautas (algunos con mas estudios, cultura y bagaje personal que ellos) son desecho social. Pero otros, los que sí creemos en que algo mejor es posible seguiremos limpiando las plazas y la perversión política sea donde sea y cueste lo que cueste.
Sigue vivo el sentimiento, aquel que nosotros no pudimos vivir pero que estoy segura viviremos si existe voluntad, valor y muy poco que perder.

sábado, 1 de octubre de 2011

¿Todos locos?

Parece hoy, como ayer y seguro que como mañana. Pero algo cambia, por suerte o por desgracia siempre algo cambia. Venganza, retórica y mucha ironía. Venganza más que fría, caducada. Retórica insana y demasiado directa. Ironía cuidada y malintencionada. ¿Qué?

Dicen que se acaba el mundo, que la bolsa quiebra, que invirtamos en conservas y que nos volvamos todos locos. Espera. Lo último lo añado yo.

Todos locos, locos hasta el último aliento, hasta que los instintos más primitivos salgan a flor de piel. Hasta que nadie comprenda a nadie, hasta que todos seamos extraños. Locos hasta el punto de no hablar, ni juzgar. Hasta que el quiero secuestre, torture y mate al debo, hasta que oiga al último agonizar hasta la muerte. Locos, todos locos hasta que no quede conciencia en el mundo. Hasta que la mentira (¿mentira?) sea una furcia, de las que fuman de noche, de las que beben whisky, a las que es imposible impresionar. Al final todo es eso, locura hasta el punto de no dormir, de teorizar por las noches, de combertir tardes en noches, de no volver más.
Porque la verdad es un cabo suelto de la mentira, decía el maestro. Maestro en noches, maestro en días. Maestro en tabaco, noches en vela, en acostar al sol. Maestro en la maestría de que todo pase, o no pase. Pero si, no todos los momentos pasan, pero en cada momento algo no pasa, de qué nos sirve pensar.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

completamente desacertado

Llevo ya muchos días sentandome a escribir y todo lo que obtengo es nada, hojas en blanco ensuciadas por pintadas del boli que no quiere escribir ni una maldita línea acertada. Todo lo que sale es esto, una basura dialéctica, excusada e injustificada de mi incapacidad.
Días que pasan y que no pasan, amargos como versos sabineros, pero con un deje de dulzura para aquellos que sepan apreciarla que no pasa en vano. Es ese sabor de dolor lo que en el fondo nos gusta, ese escozor de las uñas al arañar la piel impregnado en sudor, que no gusta, pero gusta. Resígante, ¿no es cierto? A esa estancia mediocre de tu vida, me dan pena las parejas, aquellas que se quieren, que se creen en el centro del universo, esas que creen que su vida es diferente a la de los demás, esas que creen que son especiales por estar enamoradas. ¿Especiales? Me rio, me rio mil veces de esas parejas estúpidas, autómatas, es patético verlas pasear de la mano y decirse cosas al oido, patético. A veces me paro a observarlas, me deleito en su danzar absurdo y preocupado, a veces enciendo un cigarro y las sigo con la mirada hasta que se esconden tras alguna esquina o recodo del camino. Otras veces, me sorprendo a mi misma ideando malvados planes, siguiendo a las parejas y susurrándoles al oido: ES TODO MENTIRA.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Fiestas II

Resulta inquieto contemplar las sombras que proyecta tu calma, cuando solo queda una tenúe luz amarilla de madrugada, como de despedida. Así tengo una excusa. Entre el tumulto de gente y una música estridente de fondo nos reimos a carcajadas y la gente se pregunta. Pero no existen preguntas, ni respuestas, solo tabaco y madrugadas inciertas.
De nuevo, demasiado. Demasiado dramatismo que surca las palabras que escucho, que no me gustan pero escucho. Demasiado debate que me hace hablar horas sobre futuros lejanos, sobre planes pendientes. Sin embargo, como siempre sigo en la lucha y la gente sonríe y yo les devuelvo la sonrisa con una mirada austera sin un ápice de gloria.
Me pregunto, a veces, por qué la gente habla tanto. Como si siempre tuvieran algo que decir, o como si siempre hubiera que decir algo. No me gusta la la forma de gesticular de las personas, ni las conversaciones vacías. Es difícil encontrar a alguien que realmente merezca una conversación de mas de un minuto o de más de una sonrisa complicada.
Me digo a mi misma que me estoy volviendo demasiado exquisita. Al fin y al cabo esta es mi vida, siempre demasiado.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Fiestas I

Otro día más, resaca y muy poco que contar. Sí, quizá un deje de resignación. Todo es igual cada una de las mañanas que me levanto, el mismo ritual histriónico, desesperante. ¿Qué puedo decirte? Si en el fondo nada ha pasado, nada ha cambiado. Aparentemente seguimos en la lucha, en la lucha de qué, me pregunto constantemente. 
No fue una mala noche, vino, tabaco y demasiadas palabras. Me gustan las asambleas improvisadas debatiendo de todo, cambiando el mundo, o refugiándonos en el otro. Es reconfortante tu mano en el hombro para controlar mis impulsos. Me gusta hablar de política al calor de la noche y los grados etílicos en mi cuerpo. "¿Diseñar una nueva Carta de Derechos Humanos? Eso está hecho". Todo es posible cuando nada pasa, todo pasa cuando se difuminan los imposibles.

martes, 13 de septiembre de 2011

canciones desesperadas de madrugada incierta

¿Dónde nos escondemos? ¿Dónde?
Si es en cada momento que nos perdemos. No quedan días a los que aferrarse, ni tabaco que nos despierte de madrugada.. Sin un bis descafeinado, sin un te quiero de contrabando.

¿Dónde van aquellas palabras que me regalabas para dormir? ¿Dónde?
Si un suspiro es casi nada, si en mi habitación ya no sobra sitio para los dos. Sin sexo y rock 'n roll solo quedan drogas, sin auxilio muere en su isla Robinson.

miércoles, 31 de agosto de 2011

jueves, 25 de agosto de 2011

Tardes raras

Días raros que desordenan mi conciencia, palabras que nunca terminan de aparecer y sentimientos que se encuentran, chocan y naufragan.
Hoy me hicieron reflexionar unas palabras "no todo es política, el amor no es política" 
Ahora escribo con una prosa desacertada e incierta, revocable y suprimible. Sin sentido, coherencia o armonía. Ojalá todo fuera más fácil, fácil como en el juego político. ¿Pero, por qué no todo puede ser como en el terreno político? Al fin y al cabo todo puede reducirse a política, todo entra en un juego de redes, se utilizan variables, se asigan roles, se establecen actores... y comienza el juego. Situación de conflicto, partes interesadas, búsqueda de soluciones, y egocentrismo. Redes oscuras, tratos sucios, conveniencias acertadas. El amor, precisamente es política. "Eres demasiado fría, no todo se resume a varibles y pactos"¿Duro, no crees?  

miércoles, 24 de agosto de 2011

¿Es cierto?

No somos nadie.
Quién soy entonces, si no soy  nadie. Quizá sea lo que ven tus ojos, lo que añoran tus manos, lo que provoca tu risa. Pero soy, por consiguiente, todo aquello que fui, indiscutiblemente. Soy, entonces, las noches perdidas, las mentiras contadas, los besos corruptos, el bucle vicioso. Soy, además, todo lo que otros ojos vieron en mi, preoyectaron en mi, hicieron de mi. Nadie, para mi que necesito sobrevivir en la memoria, en cualquier memoria, en tu memoria, nadie es muy poco. Pienso de forma ilusa, que seré alguien más allá de mis dudas, mis vacíos existenciales, mis días de soledad y tabaco. Ahora, soy, pero de manera corrupta una imagen tergiversada de mi, que no soy, pero soy, que no quiero ser, ni seré.
No somos nadie, es cierto.
Pero fuimos alguien y lo seremos.

viernes, 19 de agosto de 2011

Bastarán océanos de fuego

Escribo hoy desde otro lado, desde el incierto lado de las dudas, la melancolía y el tabaco. Muchas noches en vela, mucha frustración y ¿qué hay ahora? Un cierto puente que atraviesa mi mente y mi alma hasta la sospechosa isla de tu frustración. Que, al fin y al cabo, no es tan diferente de la mia, pero sí tergiversada por otro prisma. 
No puedo negar, negarme o negarte que navego con un cierto rumbo, pero alerta, porque las tormentas en las que naufrago son cada vez más densas, cada vez más oscuras y solitarias. ¿Dónde quedan aquellas risas que bastaban como paragüas?

Pero quedan todavía algunos paraísos artificiales en los que refugiarnos, donde todo es mentira, donde todo es una locura, pero donde todo al final arde en el infierno.

martes, 16 de agosto de 2011

una canción desesperada

Que tu recuerdo ya no me provoca la sonrisa, que no sé si idas o venidas, si arriba o abajo. Que ya no me levanto si te pienso, que no me abrigan tus caricias. Que te fuiste o me fui, no sé a dónde.
Que ya no hay mapas donde encontrarnos, ni calles que descubrir. Que falta sitio en la cama y sobran ganas de huir. Que ya no encuentro versos de Sabina, lo siento, me tengo que ir.

porque nada, ahora es muy poco

Vacío incierto al borde del desahucio. Qué hacemos cuando nada queda, tan solo el deseo. Difícil vivir de una ténue luz de vela que parpadea con cada ráfaga de viento. Insostenible, si vienen huracanes.

miércoles, 22 de junio de 2011

Quién, entonces

Esto es todo, pienso a veces. Al final, supongo, se baja el telón y la gente aplaude o llora o rie. Al final nuestras vidas cambian, todos éramos héroes o intelectuales o mágnificos poetas, a lo póstumo, siempre a lo póstumo. Qué razones existen para describir lo bello, lo fascinante, lo sobrecogedor, lo hermoso. Qué palabras existen para describir una caricia, un suspiro, una sonrisa. Quién define la inocencia, la maldad o la injusticia. Quién me hablará dentro de unos años, cuando todo cambie, de las risas, los besos, las palabras o la inocencia. Cuando las circunstacias ya no sean circunstancias sino razones. Cuando las razones puedan más que la risa, la inocencia o los besos. Quién me hablará entonces, de qué me hablará entonces. Cuando el momento pase, cuando los buenos no sean tan buenos, y los malos no seamos tan malos, es entonces cuando quiero hablar de la risa, los besos o la inocencia. Quién se atreverá entonces a matar una palabra, golpear un beso, sacrificar un deseo, matar un sueño. 

¿Por qué? Santigo, un cambio.

Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar. Nunca perseguí la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, como pompas de jabón. Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar bajo el cielo azul, temblar súbitamente y quebrarse... Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas 
el camino y nada más; 
caminante, no hay camino, 
se hace camino al andar.  
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.  

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar donde hoy los bosques se visten de espinos se oyó la voz de un poeta gritar:  «Caminante no hay camino, se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...   

Murió el poeta lejos del hogar. Le cubre el polvo de un país vecino. Al alejarse lo vieron llorar.
«Caminante no hay camino, se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...  

Cuando el jilguero no puede cantar, cuando el poeta es un peregrino, cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino, se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...  

sábado, 4 de junio de 2011

dejó en herencia un verso de Neruda

¿Cómo explicártelo? 
Era muy tarde, demasiado alcohol, demasiado tabaco, demasiado. Volvía a casa con desánimo, cansada de las terribles pesadillas en mi mente. No quería dormir, cualquier cosa menos dormir. Quizá ese fuera el motivo de tanto "demasiado", mi cama era como una cama de hospital. Blanca, con un olor raro a desesperación a sufrimiento. Nunca me gustó el olor de la cama del hospital. 
¿Qué puedo hacer?
Un paso tras otro. Era inminente. Cada vez más cerca del umbral, debía entrar. Sin mirar atrás. La realidad me esperaba a tan solo unos centímetros. La puerta me aislaba de aquello que me atormentaba por las noches. Los días... los días podían solventarse, pero las noches eran imposibles de aguantar. Había tomado una decisión, debía hacerme cargo, al fin y al cabo ya era hora de enfrentarse a los demonios. Demonios, nunca me gustó ese nombre.
¿Qué quiero hacer?
Hace frío. Quizá sea invierno, perdí la noción del tiempo hace demasiado tiempo. Siempre demasiado. Escapar. Era mi mejor alternativa. No quería seguir escuchándo la estridente voz de mis pesadillas. ¿Me estaría volviendo loca? Quizá. Pero de algún modo u otro, las cosas estaban claras en mi mente. Viajar, viajar era lo único que me apetecía. Suena mi móvil, la estúpida música me asusta. Todo cae al suelo. Mi bolso, abierto como de costumbre vacía todo su contenido en el suelo. 
¿Soluciones?
Y así me encuentro. Sola, ebria, helada hasta los huesos y con todas mis pertenencias tiradas por el suelo. Me siento en el suelo y rompo a llorar. Lloro tanto que me duele. Recojo el espejo que tengo cerca y me miro. Deberías ver mi cara, el rimel descompuesto, los labios con un tono rojizo diluido por el tiempo que hace que lo llevo, el pelo horriblemente puesto y unas terribles marcas surcando mi cuerpo. ¡Qué asco! En ese momento, sintiéndome profundamente desgraciada me pongo a recoger mis cosas intentando conservar la poca dignidad que creo que me queda.
¿Sonrío?
Poco a poco, consigo calmarme. Me enciendo un cigarrillo y lo veo. Lo tomo entre mis manos y lo observo detenidamente. ¿Cuánto tiempo debe de llevar ahí? Quizá siempre estuvo ahí, pero yo lo había olvidado. Lo abro y empiezo a leerlo, hoja tras hoja, palabra tras palabra. Las horas pasan rápidamente, el frío parece remitir, leo toda la noche. Enciendo un cigarrillo tras otro. Empieza a amanecer. Ya voy, Fátima- dijo él.
Sonrio.
Por fin esa sensación de vacío recorre mi cuerpo. Quiero hacerlo. Las preguntas se esfumaron de mi mente. Sólo quedaban afirmaciones y determinación. Ahora era mi momento. No me preguntaría. Lo haría. Tan solo dejaría espacio para una duda. 
¿Con quién?

martes, 24 de mayo de 2011

porque los imposibles dejaron paso a los sueños

Puntos, puntos, puntos. ¿Te acuerdas de mi? Ahora que me escuchas, quería decirte que nunca me fui. ¿Creías que me silenciarías? Tan ingenua como siempre. Me conoces, siempre estuve ahí, callada por las mentiras, por la manipulación, por el maquillaje que usabas, por las opacas gafas que te ponías. Me haces reir. ¿Sonríes? Creo que soy yo la que me rio, vuelvo a ser feliz, a salir de la caverna, a mirar al sol de frente y a cegarme con su luz clarificadora. Podrías quemarte. ¿Quemarme? Quiero arder, vivir, caer y levamtarme. Ten cuidado, intento protegerte. ¿Tú? Tú no intentas protegerte más que a ti misma, a tu imagen, a tu ego, a tu necesidad de agradar, de gustar, de ser políticamente correcta, socialmente aceptada. ¿Y qué sugieres? Lo tengo claro, hagamos una REVOLUCIÓN, sigamos haciendo HISTORIA!


               

sábado, 21 de mayo de 2011

02.45

Parecía tan raro, todo mi mundo parecía dar vueltas. El orden había desaparecido y en su lugar solo había caos. Demasiadas dudas, demasiadas preguntas y un vacío ilógico. ¿Qué hacía ahí? ¿Qué o quién era ese vacío? Sentí frío, un frío profundo, paralizante. Sentí miedo. A estas horas de la noche a quien pretendía engañar.
¿Qué estaba haciendo? Esa pregunta rondaba mi cabeza. Un mundo nuevo se abría ante mi y mis sentidos ávidos de empaparse de cualquier nueva experiencia iban y venían sin control, apoderándose de mi mente, de mi raciocinio. Indefensa y asustada pero alerta y preparada como un cachorro felino arrancado de los brazos de la madre. Te grito pero pareces no escucharme. Ahora es el momento me repito cada segundo de este nuevo camino. Pero el miedo, el maldito miedo me paraliza. De cero a cien en segundos. ¿Qué apostamoa a que puedo librar una revolución pero ser incapaz de enfrentarme a ti?
Escúchame, compréndeme y grítame. Quizá un día yo también me comprenda.

No lo olvides, a pesar de todo te quiero, pero hilos de seda no mantienen puentes.

miércoles, 11 de mayo de 2011

de nuevo, angustia.

Que de nuevo me gustaría huir, ¿dónde? Cualquier sitio que no exista en un mapa. Sentarme y leer, y escribir, y soñar, y reirme de mi, y conocer gente nueva, que no me conozca, que no sepa absolutamente nada de mi vida. Y quiero tumbarme en ese lugar y pintarme las uñas de primavera y de verano. Quiero volver la vista atrás y que no exista el problema que me angustia, solo quiero que desaparezca, ni siquiera me apetece enfrentarlo, o cambiarlo, no quiero nada, solo que desaparezca y que deje de colarse en mis noches. Intento imaginarme mi vida si las cosas cambiaran, como inminentemente creo que va a suceder y, de nuevo, no la quiero. Me viene a la mente una pequeña conversación, -¿porqué nunca dejas de mentir, a ti o a los demas? -Mentir es lo más interesante que una mujer puede hacer con ropa.
Lo sé, es estúpido, pero a veces solo queda mentir...a mi sobretodo.

lunes, 9 de mayo de 2011

quizá el primero de muchos

Cogo papel y boli. Me inclino decidida a rellenar frases, hojas, libros...pero ni una estúpida palabra quiere salir de mi mente. Debería poder hacerlo, este sentimiento es tan grande, tan profundo, tan inquietante, tan doloroso, tan tétrico, tan paralizante y un gran y largo etcétera, que no entiendo el porque de esta incapacidad prematura para escribir. Yo que siempre me he creido tan dotada para este fin, para expresar en papel lo que con palabras jamás sería capaz. Quizá siempre he podido hacerlo porque se trataban de historias inventadas, de personajes ficticeos, de un yo tan maquillado que nada me impedía mostrarlo al mundo. Pero aquí estoy hoy, sola frente a este papel que se va llenando de palabras vacías por mi absoluta incapacidad de enfrentarme al problema, ese problema que me quita hasta los sueños más deliciosos de mis noches. Es algo normal, al fin y al cabo, es algo comprendido por la sociedad, aceptado por la humanidad casi en su totalidad, en cambio no lo quiero para mi. No lo quiero, no lo quiero y punto. No lo quiero con los motivos de una niña de 5 años que no quiere quitarse un vestido de princesa. No, no tengo motivos, ni razones, ni un buen argumento para oponerme pero no lo quiero, no lo quiero y punto. Lo repito, lo repito mil veces en mi cabeza, no, no, no, no, no, no, no, no, no. ¿A qué tengo realmente miedo? No se lo merece, nadie se lo merece, pero mucho menos él. No es justo, quizá no sea justo para nadie esta situación, pero no la quiero para él. Las lágrimas empiezan a brotar sin control, sensación que odio, por otro lado. Odio el descontrol sobre mis sentimientos, el no poder permanecer impasible, pero es él. No quiero permitirlo, no es justo. Nadie es perfecto, pero no es justo. ¿Dónde está ese amor que cruzaba océanos? ¿Dónde está ese amor inmutable en el tiempo? Mi lenguaje cada vez más infantil, sin sentido y totalmente descontrolado refleja mi estado. Quiero aferrarme a lo que tengo de la forma más primitiva que existe, la de quiero algo y debo de tenerlo por derecho, porque magicamente me debe pertenecer. Me siento sucia, de una forma estúpida, como si este sentimiento ensuciara mi persona, o quizá sea por no tener valor de gritarle a la cara todo esto a la persona adecuada. La que desde hace unas semanas roba mis noches, ensombrece días, turba momentos. ¡Fíjate! me digo a mi mismas, no era capaz de comenzar y llevo un monólogo interesantemente patético, como mi estado de animo, como estos últimos días. Confianza, de repente viene a mi mente. ¿Porqué? No lo sé, vino a mi al pensar en los horribles días pasados con fiebre. ¿Confianza? Sí, yo la deposité en ti, tú no me fallaste. ¿No es eso también importante? ¿No cuentan también esos actos? ¿Solo importa aquí el tú y el yo? ¿Qué hay de lo demás? Ahora que vuelvo a ser dueña de mis emociones y las tengo otra vez cogidas por las riendas puedo volver a escribir con paciencia, pensando cada palabra, pero ahora imprevisiblemente...ya no tengo más que decir.

miércoles, 4 de mayo de 2011

ni hoy ni ayer ni mañana

Es insana esta forma de esperarte y esperarte. Es una locura esta idea de pensarte y herirme sin más. Es absurda mi manía de mirarte en mi lista de contactos y esperar una señal de ti, que no llega, que nunca llega. Es decisivo este sin ti, este ahora. Es abrasador este recuerdo, cubierto de caricias, de besos y de tabaco. Es paralizante este miedo al dolor, a la incierta soledad, a las camás más vacías que de costumbre. Es innecesario tu olor impregnándolo todo.
Son tantos los adejetivos posibles para describir este hoy, manchado de sol y rabia a partes iguales. Una vez me encuentro ante el incierto balcón de la desesperación. Esta vez estoy más que preparada.

lunes, 2 de mayo de 2011

y coleccionaba direcciones de calles que no existen

Viajamos toda la noche, sin detenernos apenas. El cuenta kilómetros del coche parecía volverse loco, metros, horas, tabaco. La velocidad subía según nos adentrabamos más en la oscuridad de la noche. Llegamos, fue un viaje intenso. Sexo, palabras, whisky, tabaco, gemidos, susurros. Diferentes maneras de vivir una historia, todas igual de intensas. Es el mejor viaje de mi vida. Poco después ya no era tan solo mi viaje.

lunes, 25 de abril de 2011

Por ti, porque...mmm....te quiero!

Hoy cientos de recuerdos invaden mi mente, se agolpan en mi cabeza un tanto saturada de alcohol, humo, risas, escasas horas de sueño...estos magníficos cuatro días pasan por mi mente junto con el profundo tono rasgado del bulevard de los sueños rotos.Cuatro días, todos únicos, quizá mejorables, siempre insustituibles. Malditos lunes que nos devuelves a la soledad de nuestras camas...pero hoy, hoy a pesar de todo es un día especial. Es la víspera de tu primera vez, nunca te he visto tan contento, tan lleno de vida, tan ilusionado...y esque pequeño hoy es la víspera de un gran paso. Hoy es el principio de algo tremendamente grande. Hoy es la víspera de empezar a cumplir tu sueño.
Solo espero estar a tu lado, caminar a tu lado. Ser partícipe en todos tus logros, pequeños o grandes. Apoyarte en todos tus fracasos...En definitiva, creo que ya sabes lo que quiero...que seas feliz y me hagas feliz con la luz de tu mirada.

Te quiero, siempre.

Pd: Disfrútalo.

viernes, 15 de abril de 2011

y así fue como aprendí, que en historias de dos conviene a veces mentir.

¿Por qué sigo dándote vueltas en mi cabeza? Tú estás ajeno a esta batalla interna que se disputa en mi cabeza. Debería fumar y volver a por mi copa. Es tan delicioso el olor a mar...por un momento me olvidé que no estaba sola. Sigo pensando, lo pospondré hasta más tarde. Fotos, risas, ginebra, whisky, tabaco... Es estúpido, lo sé, pero no puedo sacarte de mi cabeza. Vuelvo a alejarme de todos, me tumbo en la arena equipada (esta vez sí) para seguir con mi maldita lucha interna. Já! Esta vez fui previsora, traje mi copa y el tabaco. Me gusta el suave tacto de la arena en mi piel. Observo la que tienen montada a tan solo unos metros de mi, debería estar allí, no obstante necesito ganar esta batalla. ¡Mierda! ¡Fuego! En el preciso instante en el que tras un número importante de improperios me dispongo a levantarme te veo acercarte con una estúpida sonrisa de suficiencia y el mechero en la mano. Tres, cuatro, quizá diez palabras y te vuelves a ir. "Aida, me repito a mi misma, es necesario que libres esta batalla, la ganes o la pierdas pero has de enfrentarte a la lucha" En efecto eso me propongo hacer, pero mi copa está casi vacía y decido que para esta última contienda necesitaré algo más de alcohol. Vuelvo a la casa, esto es un absoluto desmadre, demasiadas preguntas. "Sí, estoy de puta madre, quiero coger colorcito" Cruce de miradas, me da igual tú jamas supiste leer en mis ojos lo que quería decir mi mente. Vuelvo a estar preparada, regreso al puto de partida y ahora sí, lucho contigo y contra ti esperando ver cuál será el resultado. Parezco un tanto herida, las balas de la soledad rezaron mi cuerpo, esa munición llamada deseo me atraviesa por completo, un antiguo y temible enemigo que se apoda "conciencia" me bombardea con su más temible arma -el dilema del bien y el mal-, y yo, a estas alturas ya ando terriblemente herida. Te busco con todas mis fuerzas, puedo visualizarte pero no te veo. Supongo que estarás a lo lejos pero no te oigo ni te siento. Por último deseo, grito, proclamo con todas mis fuerzas mi necesidad de saber algo de ti. Pero...no das señales de vida. Fin de la guerra, resultado ¿? -basta con que yo lo sepa-.

Vuelvo a mi fiesta, sonrio, no importa ya nada. Me lo paso genial, al fin y al cabo, estoy aquí y somos geniales.

domingo, 10 de abril de 2011

es mentira que no te haya mentido, es mentira que no te mienta más, es mentira que un bulo repetido merezca ser verdad.

Porque como siempre los fantasmas volvían al ruedo. Demasiadas jugadas inciertas, demasiadas dudas. Los momentos que parecían increíbles una vez más se esfumaban con dos teclas de un móvil. Personas que dificultan lo ya de por sí difícil. Opiniones, reduerdos comentarioa, decisiones, elucubraciones e incluso sentencias. ¿Me juzgas? ¿ Tú? Con esa sonrisa falsa que gastas cuando me ves, y con esa maliciosa sentencia que promulgas a mis espaldas. Otra vez mi patética manía de pensar bien de la gente. Yo, malfita seam siempre la misma historia, yo con mis equivocaciones de personas. ¿Busco culpables? No hay más culpable que mi ilusa mente.
¿Yo? Ni mucho menos buena persona, te pisaría si te me pusieras por delante (ni lo dudes), pero lo haría a la cara. Sí en efecto, eso es lo que nos diferencia. Yo no soy mejor persona, tan solo tengo el valor de enfrentarme a las cosas de frente y no lanzo pequeños y maliciosos puñales que agujerean mi espalda.
¿Tú? Te callas, y sin duda es lo que más me duele.

miércoles, 30 de marzo de 2011

lunes, 28 de marzo de 2011

y hay un tequila por cada duda.

Siempre me perdieron los colores cambiantes del semáforo, y las abultadas avenidas llenas de coches. Las risas, las cervezas, la palabras bien dichas, las mentiras piadosas. Desde que tengo uso de razón me he perdido en las noches largas, en las lágrimas ajenas, en los cuentos, los disfraces. No puedo negarlo, me gustan los trenes, las estaciones de autobuses, la espera incierta, los libros e incluso el dolor. Siento demasiado pronto que las cenizas lo cubren todo de un monótono color gris, no puedo ver el palpitante cambio de los semáforos, absurda delicia que me es arrebatada. ¿Me es? ¿A qué ingenua mente pretendo engañar esta vez? Yo, yo misma me alejo de las risas, las mentiras piadosas, y las bonitas palabras. Navego ausente y solitaria por un mar desierto, ¿por qué? Porque lo merezco, al fin y al cabo, merezo esta situación ¿no? Te pierdo en cada palabra, en cada gesto, en cada pensamiento. Cada vez estás a más cervezas, risas, noches y palabras de mi. ¿Y que hago yo? Me siento a ver como te vas, porque lo merezco. Te observo como te subes a los trenes y cada vez las distancias se hacen más largas, ¿y qué hago yo? Suplico para mis adentros que no te vayas. Pero de nuevo, cada pensamiento, cada acción, cada palabra te suben en otro tren distinto, y otra vez me pierdo en noches en vela, en alcohol, en llantos silenciosos y vuelves. ¿Pero por cuánto tiempo? Porque cada día siento que no sé retenerte entre mis sábanas y te vas, y yo me quedo sentada viendo como te vas y de nuevo mi mente se rompe y grita silenciosamente, y yo de nuevo, no hago nada.

lunes, 21 de marzo de 2011

el tiránico imperio del absurdo.

¿Te acuerdas? Yo era aquella chica con una sonrisa pintada en la cara, la que huía de su vida, a la que le agobiaban los besos no dados que quemaban en la boca. ¿Recuerdas? Tú eras aquel chico que fumaba sin parar,el que se agobiaba de la rutina, aquel que esperaba sin saberlo una señal.
¿Te acuerdas? Te vi. Me salvaste.

domingo, 20 de marzo de 2011

hoy te copio.

Tras el rocanroll de los idiotas y contar que nos dieron las diez diciéndole peor para el sol... primero fue el ruido, después ya no nos queda más que hacer un inventario.

martes, 15 de marzo de 2011

luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo... y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.

Boli y papel. De vuelta a los comienzos. Un par de caladas. Humo blanco saliendo de mi boca. Vista atrás. Me gusta el color fucsia de las flores. Otra calada. Harry, maldita empatía. Un par de lágrimas y me lames, ¿qué quieres decir? Me reconfortas, siempre has sabido venir en el momento preciso. Te adoro. Demasiados pensamientos, ninguno claro. Todo sería tan diferente si... Aves de paso. Deja de llover. Sale el sol. Irónico, ¿no crees? Los rayos de sol se proyectan sobre el papel. Delicioso. Miro al cielo. Aun quedas nubes. El invierno que se fue antes de llegar vuelve y tengo frío. Estoy mojada, calada hasta los huesos. Miedo.

lunes, 14 de marzo de 2011

y en la estacion de las dudas muere un tren de cercanías.

Hoy tras mucho tiempo rondando mi mente, tras colocar en mi cara sonrisas estipuladas y predeterminadas salió de mi boca, se deslizó por mis mejillas.

miércoles, 9 de marzo de 2011

parecía como si me quisiera gastar el destino una broma macabra

Hoy paseaba por Murcia. Sus luces, sus calles estrechas, las boutiques, sus inmensas avenidas, los parques, los niños jugando en las majestuosas plazas, el sin fin de autobuses y taxis recorriendo cada una de sus arterias. Hacía tiempo, mucho tiempo que no disfrutaba tanto de mi ciudad. Es preciosa, lleva de vida, diversa, alegra, rápida, tranquila... 
Recordaba mientras caminaba por sus calles las historias que me susurraban. Volví a pasar por aquella calle solitaria donde robé los primeros besos a las turbulentas aguas del amor. Encontré aquellos bares concurridos dónde jugaba a ser mayor con un par de tacones y un poco de rimel precipitadamente puesto. También me paré frente a esas acogedoras cafeterías dónde pasaba las tardes recortándole horas al deseo y enamorándome en cada caricia tímida y furtiva. Recordé las miles de anécdotas que mi ciudad me ha regalado, las innumerables risas en sus escondidos parques al calor de la marihuana, el tabaco y la cerveza, las prisas corriendo calle arriba o calle abajo donde cada reloj que salía a mi paso parecía insultarme con la mirada, las nuevas experiencias vividas y por vivir que me ofrece, porque no es una ciudad dormida, aquí nunca nada es igual...
Recuerdo ahora la primera vez que viniste a Murcia e intenté enseñarte mi maravillosa ciudad y todo quedó sepultado bajo las sábanas del deseo.Magnífica ciudad, me hubiera gustado mostrarte. A la vez histórica, a la vez cosmopolita, capaz de ofrecer la tiendecita más pequeña y antigua que puedas imaginar y ofrecer también largos monstruosos centros comerciales o tiendas de chinos que a veces nos salvan la vida.
Pero hoy, hoy Sabina, al pasear por mi ciudad me acordé de ti. Cuál fue mi sorpresa, frustración y rabia al encontrar que uno de mis cafés favoritos en el que había amado y sufrido, reído y llorado, bailado, follado y ganado cervezas a cambio de miradas había desaparecido. Y en lugar de mi bar había una sucursal, esta vez no era del Hispanoamericano, peor una sucursal de un tal Deutsche Bank imposible de pronunciar. Ganas me dieron de vengar su memoria a pedradas contra los cristales, pero en lugar de eso decidí escribir, recordar las cosas que tanto me gustan y rezarle a cualquier Dios para que no se esfumen tal que el humo de un cigarro, como este emblemático sitio para mi.

martes, 8 de marzo de 2011

¿y si te quitas el jersey y nos sacamos otra ley del sombrero?

Te conozco.
¿Perdona?
Que te conozco.

Mi cabeza pensó quien será este maldito loco, ¿a qué viene? Estoy demasiado cansada para poner sonrisas falsas en mi cara. Sarcástica mueca en mi cara y se aleja. ¡Qué alivio! ¿O quizá no? Sí, sí, mejor que se vaya.

Hola, ¿quieres saber algo?
¿Qué?- con mirada de suficiencia incluída.
Te conozco.
Ya, pues felicidades.

Me sonríe y se va. Deja tras de sí un olor hipnótico, sensual... Me quedo largo rato mirándolo, deseando que gire la cabeza. No ocurre. Pero su olor, su maldito olor me seduce. Cerveza, por favor.

Te diré una cosa- de repente su voz demasiado cerca de mi piel.
No creo que pueda interesarme.
Pues entonces me gustaría saber porque llevas toda la noche pensando en mi.
Emm...mmm...eso no es cierto, yo...eehh...-mi cara comenzó a tomar ese color rojizo que tanto odio.
Tranquila, tranquila sé que es inevitable.-una estúpida sonrisa se instaló en mi cara. 

Se fue. De fondo escuché como decía, espero que te siente bien y cuando iba a preguntar qué el camarero me puso una cerveza. Bebí esa cerveza despacio, saboreando hasta el último grano de malta y no dejaba de pensar en él. ¿Quién será? ¿Qué querrá? Está loco, fue mi conclusión. Espero no volver a cruzármelo pensé. No sería así

Te diré una cosa.
¿Otra vez tú?
De nada.
Ah sí, gracias. Pero vamos no me sorprende nada que me invites a una cerveza, no eres el primero.
Pero quizá sí sea el primero en otra cosa, ¿sabes? 
Sorpréndeme.
Te conozco.
¿Porqué?
Porque yo ya te quería desde antes de conocerte y también sé que te enamorarás de mi.
Estas loco.
Claro, tú también. Por eso esta noche ambos arderemos en el infierno.

Me levanté sudando. Sonreí. Miré a mi alrededor. El infierno era un paraíso. No me iré.

jueves, 3 de marzo de 2011

derecho

De nuevo aquí, me siento ante las líneas de este blog con este insólito bolígrafo que parece burlarse de mi. Tengo miedo no obstante de mi propia consciencia, que me abrasa con sus pensamientos. Maldito dilema del bien y el mal. Hoy me has llamado cuando todo parecía en calma y mi mundo de nuevo volvió a hundirse dentro de océanos turbulentos, de dudas y remordimientos. No puedes negarlo me dices. Quizá sea cierto, pero de momento prefiero vivir a tres o cuatro tequilas de ti, porque me quema tu fuego y desgraciadamente tú lo sabes demasiado bien.
Estúpido nombre de esta actualización, "derecho", derecho a sentirse bien, derecho a ser feliz, a no recordarte en cada esquina, en cada copa, en cada caricia robada y malintencionda, derecho a olvidarte, a olvidarme de tu aroma, de tus manos, de tu cama, de ese placer oculto que solo tú sabes y me lleva a la locura, derecho a rehacer, a no tener miedo, a sentirme viva, derecho....

domingo, 27 de febrero de 2011

nadie sabe cómo queman en la boca, tantos besos que no se han dado.

Hoy amaneció lluvioso, nublado es uno de esos días en los que no apetece otra cosa que quedarse en casa, abrazarte y dejar que el mundo continue. Que pase silencioso, sin prisa, sin importar el cómo ni porqué. Yo, de hecho, quiero vivir en tus brazos, quiero viajar por esas líneas que marca tu cuerpo, por cada lunar, por cada centímetro de piel que me invita al deseo y la pasión. Hoy, ¡Oh Dios!, hoy podría acostarme en tu cama y que pasen las horas, que se humedezca el suelo, que se inunden pantanos que truene en la calle y se acabe el mundo.
Pero, maldita sea, estás a demasiados kilómetros de mi cuerpo y la melancolía en estos días es como una férrea acusación del olvido, un maldito recordatorio de la soledad que me abraza cuando me acuesto sola en mi cama, pensándote demasiado lejos, sintiendo como se escapa tu vida y como se aleja la mia echándonos de menos. Perdiéndonos entre un sin fin de idas y venidas, de carreteras y tabaco, de alcohol y lágrimas, de caricias, de sexo y de palabras.
Malditos días lluviosos...

miércoles, 16 de febrero de 2011

aquellas banderas de la patria de la primavera

Mira por donde hoy ya me cansé de escuchar sandeces, de escuchar conversaciones vacías que no llevan a ningún lado, de ver con mis propios ojos la ignorancia del mundo, y no, no es que yo sea menos ignorante, tan solo intento salir de ella y no me las doy de entendida. Sí, hoy me cansé de toda esta basura, de las sonrisas falsas hablando de algo que me pone enferma, o del dolor en mis ojos al leer innumerables tonterías. Quién te crees, insólito cuidadano o ciudadana, para juzgar un pensamiento. Maldita soberbia de gente ordinadira, que jamás saldrá de ese oscuro túnel en el que se siente tan reconfortable. Sal al mundo, infórmate, debate pero no creas que catro palabras bien puestas te salvarán del yugo con el que si un día apareces frente a mi intentaré aplastarte. Odio ese tipo de gente "entendida", capaces de hablarte un día de la Iglesia, otro día de políticas públicas (aunque ni siquiera saben que lo hacen), y otro día te hablar del amor. Por favor, insignificantes parásitos de un Estado tan grande como el español, en el que tan solo os dedicáis a criticar y juzgar lo que personas que con sangre, sudor y lágrimas luchan por conseguir, mientras vosotros y vosotras os creeis filósofos y suspendeis en un instituto público pagado con nuestro dinero. Quizá maldito o maldita ignorante sino tuvieramos que pagar tus dos años seguidos de primero de bachiller, la investigación, la vivienda o el consumo tendrían una inversión mayor. Pero tú...tú al fin y al cabo solo sabes proclamar a los cuatro vientos ojala se mueran todos los políticos.
En fin, algún día nuestra sociedad entenderá que la gente que nos dedicamos a esto, no somos corruptos que nos pasamos las tardes jugando al padel...pena, es lo único que sient por vosotros.

martes, 15 de febrero de 2011

un piso en atocha no queda tan cerca del cielo

¿Sabes? hoy de nuevo me sentí perdida, navegando por este sinfin de palabras, por estos ríos de tinta, de tabaco, de noches en vela...
Hacía tiempo, sin embargo, que no me sentía tan bien. Malditos estupefacientes...en ocasiones solo vosotros sois capaces de inspirarme. Ahora, que en mi mente un torbellino de pensamientos se suceden como flashes casi indescriptibles, es ahora paradógicamente cuando más claro lo veo todo.
Teoricemos pues, racionalidad, absurda palabra. No haces sino poner obstáculos a esos pequeños instantes de felicidad. Conciencia, permiteme reirme, ¿dónde estabas cuándo realmente te necesité? Memoria, odiosa y lascerante, vienes y me abrasas con tus recuerdos, ¿sabes cuánto me cuesta dejarlos aún lado? ¿sabes cuánto duele pensarle y saber que jamás será posible? Miedo, complejo y reconfortante miedo...simplemente te adoro. Me gusta sentirte, me gusta vivir en tu límite...gratificante sensación de placer cuando estoy a punto de perderlo todo y apareces como una sombra planeando sobre mi, presionándome...haciéndome sentir viva, miedo. Resulta un tanto absurdo pensárme escribiendo sobre esto, menuda idiotez, pensará el que lo lea. No me importa, hoy las palabras fluyen solas desde mi mente. Teorizar, decía, te tocó...amor. Oh, amor...sonrío cuando te pienso, irónica sonrisa. Sufriste una evolución para mi. Te tenía idealizado ¿sabes? eras para mi un item, una bandera...pero ahora...ahora no eres más que el precio que tengo que pagar para sobrevivir. ¿Amor? vuelve hace unos meses que era cuando te necesitaba, no eres más que el estigma de debilidad con el que debo andar mi camino. No me gusta sentirte, eso lo sabes, porque jamás te busqué ni te acepté como compañero amistosamente, de hecho siempre nos hacemos sangre. Pero te encuentro siempre, aunque cada vez te veo más debilitado o quizá yo sea más fuerte y tú ya no puedes hacerme débil.

viernes, 11 de febrero de 2011

paloma negra de los excesos

Hoy me vi reflejada en mi propio sueño, ¿qué era? Poco más que un vestigio de lo que había sido anteriormente. Me faltaba esa ilusión, deseo, fuerza con que antaño solía caminar por la vida. Me vi pequeña, acurrucada en un lado de la cama impaciente, a la espera siempre de que sucediera algo. Pude observar como había dejado de ser la dueña de mi propio destino para quedar supeditada al tiempo. Maldito y arrogante tiempo que me miras desde arriba con desdén con osadía. Es fácil estar en tu posición, le dije en el sueño, te crees muy eterno. Pero le advertí también que algún día tendría fuerza como para acabar con todo y ese día ya no me atormentaría, volvería a coger las riendas de mi destino y a jugármelo todo en un incesante doble o nada. ¿Perderé? Quizá.
también apareciste tú, magnífico salvador. Me dijiste que no pasaba nada, como siempre, que esperara que era cuestión de tiempo. Y etonces mi ira explotó, tú maldito aliado del tiempo, todo esta situación era por ti. y te espeté a la cara que estoy harta de tantas idas y venidas, de este ahora silencio, ahora risas. ¿Dónde está ese abrazo? Estoy cansada de esperarte y creer en falsas promesas que tanto tardan en llegar. No quiero grandes planes de futuro, ni una vida llena de mundos ideales, quiero un aquí y un ahora. No quiero imaginarte por las noches, ni pensarte mientras fumo sola en mi balcón... no quiero un compromiso, ni disfrazar con palabras bonitas una realidad.
¿qué está pasando?

miércoles, 9 de febrero de 2011

cerrado por derribo

La historia de mi vida que se repite una y otra vez.
Pero creo que por fin comprendí el maldito fallo. Simple, absurdo, demasiado lógico.
¿Cómo pude no darme cuenta? El único fallo era yo. Mi actitud, mi experiencia, el simple aire que salía de mi boca ya era un terrible fallo. Ni que decir lo terriblemente equivocado de mis pensamientos, de mis palabras, incluso de esos sentimientos más o menos reales que se proyectan en mi mente.
Quizá deba de cambiar de vida, quizá sean mis hábitos, quizá esta forma de ver el mundo, quizá la equivocada visión que tengo de lo que los demás perciben de mi.
Es igual, sea como fuere, el problema sigo siendo yo. Yo como esencia, como principio y fin de toda relación conmigo o con los demás.
Ruptura.

ahora que el mundo está recien pintado

TE AMO.NO.SUSPIRO.DESPERTAR SOBRESALTADO.
Todo resultaba un tanto extraño, las mismas palabras, frases o gestos que un día la hicieron tan feliz ahora parecían demasiado simples, demasiado fáciles. 
Quizá no se había parado a pensar en su momento en el alcance de aquello pero en este momento se sentía sobrepasada. Tampoco sabia hasta que punto esas palabras la implicaban o le implicaban a él. 
La única certeza que tenía en su mente era que no quería seguir en este bucle. No le parecía justo no dar al mismo nivel, pero esta vez no racionalizaría se dijo...al fin y al cabo...
solo había sido un sueño, ¿solo?