lunes, 17 de octubre de 2011

Sabina, no me la juegues

Pensamientos inconexos y Sabina en mis oidos, quizá más allá penetrando en mi mente, en mi alma si tal cosa existiera. "Caminito al hostal nos besamos en cada farola..." ¿no es cierto? "Nos dijimos adiós, ojalá volvamos a vernos" y me fui pero viniste. Volviste. A pesar de que olía a alcohol y hacía frío y mi yo estaba destrozado...volviste. Dice el maestro, "y nos dieron las 10 y las 11, las 12 y las 1 y las 2 y las 3 y desnudos al amanecer nos encontró la luna..." y susurraste y yo te quise, te quiero.
Maldito Sabino, ¿ahora? "hace demasiados meses que mis paysadas no provocan tus ganas de reir... mal y tarde estoy cumpliendo la palabra que te di cuando juré escribirte una canción" ¿en serio? no puede ser casualidad.
STOP. Bajo del autobús. Llego a casa. Mi mente divaga y se encuentra alejada del mundo. ¿Qué pasa? Es complicado, irrisorio si quieres, incluso reprobable...pero te pienso.

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