miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿Granada?

Me pregunto qué tiempo hace en Granada. 

Últimamente no dejo de soñar con sus calles, sus teterías, sus plazas, su gente, sus kebabs...
Me pregunto si hace frío o llueve, si es capaz de hacer sentir calor. Me intriga la fascinante Granada con sus tapas, sus esquinas que enamoran y esa idea loca que persiste en mi mente desde hace unos días. ¿Es posible, acaso, viajar hasta Granada y volver? O quizá, ¿no volver? Necesito saber si Granada está extraña como yo o si puede reconfortarme al calor de alguna cama de hotel barato. 
Todo esto suena a viaje a la vista y es inevitable. Será posible volver a sentir aquella ilusión por hacer un viaje, volverá a entusiasmarme el olor a cerrado de la sucia y vieja maleta, podré cogerla sin venirme abajo recordando tu olor y los días que ha pasado en el suelo de tu habitación... Todo eso me atormenta.
Pero en Murcia llueve y hace frío y Noviembre no me gusta, porque te recuerdo en cada una de las formas que toma el día. Porque Noviembre es tuyo, porque tu hiciste remitir el frío de aquel Noviembre solitario y perdido.
Por todo esto, necesito saber qué tiempo hace en Granada y mojarme en sus calles, ponerme mis botas impermeables nuevas y patear los barrios, coger mis guantes y mi gorro y salir hasta la madrugada helándome de frío, pero despertarme caliente bajo las mantas de ese sucio hostal. Y por supuesto, y quizá primordialmente, necesito ir a Granada y visitar la Alhambra porque ya nadie me llevará allí a enamorarme. Es hora de bajar al mundo real, una vez más y seguramente la última y definitiva y ver con mis propios ojos una de las cosas que más ilusión tenía por ver, quiero saber si es verdad que la Alhambra es tan maravillosa y alucinante como dicen y quiero que mis ojos y mis sentidos se empapen de algo bello, porque supongo que todos necesitamos de vez en cuando sentir y yo voy a hacerlo alli. Debo sentarme en sus jardines y saber si es cierto aquello que dice el poeta, "Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada"

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