lunes, 25 de abril de 2011

Por ti, porque...mmm....te quiero!

Hoy cientos de recuerdos invaden mi mente, se agolpan en mi cabeza un tanto saturada de alcohol, humo, risas, escasas horas de sueño...estos magníficos cuatro días pasan por mi mente junto con el profundo tono rasgado del bulevard de los sueños rotos.Cuatro días, todos únicos, quizá mejorables, siempre insustituibles. Malditos lunes que nos devuelves a la soledad de nuestras camas...pero hoy, hoy a pesar de todo es un día especial. Es la víspera de tu primera vez, nunca te he visto tan contento, tan lleno de vida, tan ilusionado...y esque pequeño hoy es la víspera de un gran paso. Hoy es el principio de algo tremendamente grande. Hoy es la víspera de empezar a cumplir tu sueño.
Solo espero estar a tu lado, caminar a tu lado. Ser partícipe en todos tus logros, pequeños o grandes. Apoyarte en todos tus fracasos...En definitiva, creo que ya sabes lo que quiero...que seas feliz y me hagas feliz con la luz de tu mirada.

Te quiero, siempre.

Pd: Disfrútalo.

viernes, 15 de abril de 2011

y así fue como aprendí, que en historias de dos conviene a veces mentir.

¿Por qué sigo dándote vueltas en mi cabeza? Tú estás ajeno a esta batalla interna que se disputa en mi cabeza. Debería fumar y volver a por mi copa. Es tan delicioso el olor a mar...por un momento me olvidé que no estaba sola. Sigo pensando, lo pospondré hasta más tarde. Fotos, risas, ginebra, whisky, tabaco... Es estúpido, lo sé, pero no puedo sacarte de mi cabeza. Vuelvo a alejarme de todos, me tumbo en la arena equipada (esta vez sí) para seguir con mi maldita lucha interna. Já! Esta vez fui previsora, traje mi copa y el tabaco. Me gusta el suave tacto de la arena en mi piel. Observo la que tienen montada a tan solo unos metros de mi, debería estar allí, no obstante necesito ganar esta batalla. ¡Mierda! ¡Fuego! En el preciso instante en el que tras un número importante de improperios me dispongo a levantarme te veo acercarte con una estúpida sonrisa de suficiencia y el mechero en la mano. Tres, cuatro, quizá diez palabras y te vuelves a ir. "Aida, me repito a mi misma, es necesario que libres esta batalla, la ganes o la pierdas pero has de enfrentarte a la lucha" En efecto eso me propongo hacer, pero mi copa está casi vacía y decido que para esta última contienda necesitaré algo más de alcohol. Vuelvo a la casa, esto es un absoluto desmadre, demasiadas preguntas. "Sí, estoy de puta madre, quiero coger colorcito" Cruce de miradas, me da igual tú jamas supiste leer en mis ojos lo que quería decir mi mente. Vuelvo a estar preparada, regreso al puto de partida y ahora sí, lucho contigo y contra ti esperando ver cuál será el resultado. Parezco un tanto herida, las balas de la soledad rezaron mi cuerpo, esa munición llamada deseo me atraviesa por completo, un antiguo y temible enemigo que se apoda "conciencia" me bombardea con su más temible arma -el dilema del bien y el mal-, y yo, a estas alturas ya ando terriblemente herida. Te busco con todas mis fuerzas, puedo visualizarte pero no te veo. Supongo que estarás a lo lejos pero no te oigo ni te siento. Por último deseo, grito, proclamo con todas mis fuerzas mi necesidad de saber algo de ti. Pero...no das señales de vida. Fin de la guerra, resultado ¿? -basta con que yo lo sepa-.

Vuelvo a mi fiesta, sonrio, no importa ya nada. Me lo paso genial, al fin y al cabo, estoy aquí y somos geniales.

domingo, 10 de abril de 2011

es mentira que no te haya mentido, es mentira que no te mienta más, es mentira que un bulo repetido merezca ser verdad.

Porque como siempre los fantasmas volvían al ruedo. Demasiadas jugadas inciertas, demasiadas dudas. Los momentos que parecían increíbles una vez más se esfumaban con dos teclas de un móvil. Personas que dificultan lo ya de por sí difícil. Opiniones, reduerdos comentarioa, decisiones, elucubraciones e incluso sentencias. ¿Me juzgas? ¿ Tú? Con esa sonrisa falsa que gastas cuando me ves, y con esa maliciosa sentencia que promulgas a mis espaldas. Otra vez mi patética manía de pensar bien de la gente. Yo, malfita seam siempre la misma historia, yo con mis equivocaciones de personas. ¿Busco culpables? No hay más culpable que mi ilusa mente.
¿Yo? Ni mucho menos buena persona, te pisaría si te me pusieras por delante (ni lo dudes), pero lo haría a la cara. Sí en efecto, eso es lo que nos diferencia. Yo no soy mejor persona, tan solo tengo el valor de enfrentarme a las cosas de frente y no lanzo pequeños y maliciosos puñales que agujerean mi espalda.
¿Tú? Te callas, y sin duda es lo que más me duele.