martes, 25 de septiembre de 2012

2331

Y aquí estoy, otra vez, ante la sucia libreta, gastada y vieja. Esta que ya tiene más noches en vela de las que me gustaría recordar. Y de nuevo tú.
Escribo poco, las musas me esquivan desde hace un tiempo, será también que mantengo a raya el dolor. No soy perfecta, mi método no es infalible.
¿De qué tienes miedo? Esta pregunta me da qué pensar. Pero entraremos en debates metatemporales en otro momento.
Qué se pierde en cada segundo y qué se gana si se puede ganar algo con la pérdida, es algo que desde hace un tiempo me resulta intrigante. A veces creo que no soy yo, sino una forma prismática de mi, la que vive mi vida. ¿Quién soy yo? Suele ser esta mi pregunta estrella. ¿Qué tengo? ¿Ideales? ¿Convicciones? ¿Principios? ¿Cuánto valen? ¿Tú lo has conseguido? ¿Sabes quién eres? Tú, a pesar de todo, que no me juzgas, no lo hiciste. Lo sé, lo sé. Yo sabía que era cuestión de tiempo, digamos que los dos lo sabíamos. Pero yo quería conducir deprisa por las avenidas en lluvia y un golpe no era suficiente.

viernes, 7 de septiembre de 2012

martes, 4 de septiembre de 2012

013

Demasiadas veces he sentido, dicho o escuchado que solo se puede escribir cuando algo va mal. La prosa, el verso, las musas aparecen solo cuando no hay nada más salvo dolor o vacío o ausencia. Hoy escribo desde el vacío, desde el miedo, si queremos llamarlo así. Hoy escribo desde dentro y hacia dentro.