martes, 6 de diciembre de 2011

6/12/11 Dia estridentemente perturbador

Se levanta el viento y mi mente despierta. Acorralada con el frío invernal de Diciembre mi mente escapa al calor del sol, de los libros, los cuentos, la cerveza y la buena compañía. Pero con mi mente también escapan otros pensamientos más oscuros, más rojos, más divertidos.
Necesito un revólver. Sentir la poderosa presencia del metal frío en mis manos, saber que podría usarlo y no hacerlo (o sí). Necesito la tortuosidad de los dilemas que corrompen las mentes perturbadas. Hoy amanece psicópata en mi mente y no puedo evitarlo. Hace frío en mi casa y necesito salir a que el sol me caliente. Veo como te comes la boca y lo enseñas, orgulloso de ello y yo suspiro desde mi perturbada existencia con pensamientos maléficos rondando mi mente. Pero sonrío, de hecho me río. No con esa sonrisa irónica, va más allá. Me río como solo las personas que son destrozadas pueden hacerlo, como el cristal grande y duro que puede romperse con un solo golpe bien dado. Me encuentro así, como ese viaje de carretera y manta que acaba en la cuneta de cualquier carretera, sin bar, whisky ni marihuana de por medio. No lloramos entonces,sino que volamos. Quien lo entienda,me alegro; quien no, le envidio.

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