martes, 9 de octubre de 2012

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(fragmentos de la libreta de las deshoras, de la soledad íntima, del dolor como costumbre)

[...] tengo miedo como tú de lo que hay fuera, de lo que pasa dentro. [...] No hay nada como una hoja en blanco y un boli para descargar la mente. [...] Te dolió un día creer que no eras ese 100% que busco en mi vida, te equivocaste entonces: no existía, no eran más que las barreras naturales de mi mente, la precaución, para salvarme del dolor. Pero qué puedo hacer yo, ¿conformarme con el porcentaje de ti que quieras darme? [...] no puedo sentarme paciente a esperar que de nuevo quieras marcharte porque decidas que lo que sucede entra en conflicto con tu yo profundo. [...] Quiero saber si puedo enfrentarme a las puertas del dolor contigo, de la atrocidad misma y tenerte de la mano sin que el miedo, aquel que sentirás y que también recorrera mi cuerpo, te haga irte sin mirás atrás. [...]