viernes, 28 de diciembre de 2012

1047


La primera vez que escuché esta canción pensé en ti, Conductor Suicida. Te veía tan fuerte, tan seguro, tan decidido. Habías conseguido algo que yo siempre he soñado, conseguir cerrar con el pasado, pegar un portazo y no volver más. Mirar hacia otro lado y no gastar innumerables horas y minutos, cigarros y humo blanco pensando en el pasado, pensado en si no será mejor cualquier otra vida anterior. Y es esto que yo te envidiaba.

Yo que he gastado noches, mentiras, suspiros, tabaco, alcohol y tiempo, demasiado tiempo en esas historias perdidas, supuestamente olvidadas pero que vuelven, que siempre vuelven.

Pero ayer, en vísperas de mi 21 cumpleaños escuché de una forma distinta la frase "y desde que te has ido la bailo igual contigo que sin ti", quizá no pueda ahora explicar el sentido completo de lo que sentí en ese momento, en el que, por otro lado, volaba con el humo blanco y la velovidad del coche en mi piel. Pero lo hice, me di cuenta de que esta frase cobra todo el sentido en mi vida y que no debo sentirme culpable por volver al pasado, por recordar al hombre del traje gris, pero debo seguir en el presente, en este presente que es todo tuyo Conductor suicida.

jueves, 29 de noviembre de 2012

martes, 9 de octubre de 2012

216


(fragmentos de la libreta de las deshoras, de la soledad íntima, del dolor como costumbre)

[...] tengo miedo como tú de lo que hay fuera, de lo que pasa dentro. [...] No hay nada como una hoja en blanco y un boli para descargar la mente. [...] Te dolió un día creer que no eras ese 100% que busco en mi vida, te equivocaste entonces: no existía, no eran más que las barreras naturales de mi mente, la precaución, para salvarme del dolor. Pero qué puedo hacer yo, ¿conformarme con el porcentaje de ti que quieras darme? [...] no puedo sentarme paciente a esperar que de nuevo quieras marcharte porque decidas que lo que sucede entra en conflicto con tu yo profundo. [...] Quiero saber si puedo enfrentarme a las puertas del dolor contigo, de la atrocidad misma y tenerte de la mano sin que el miedo, aquel que sentirás y que también recorrera mi cuerpo, te haga irte sin mirás atrás. [...]

martes, 25 de septiembre de 2012

2331

Y aquí estoy, otra vez, ante la sucia libreta, gastada y vieja. Esta que ya tiene más noches en vela de las que me gustaría recordar. Y de nuevo tú.
Escribo poco, las musas me esquivan desde hace un tiempo, será también que mantengo a raya el dolor. No soy perfecta, mi método no es infalible.
¿De qué tienes miedo? Esta pregunta me da qué pensar. Pero entraremos en debates metatemporales en otro momento.
Qué se pierde en cada segundo y qué se gana si se puede ganar algo con la pérdida, es algo que desde hace un tiempo me resulta intrigante. A veces creo que no soy yo, sino una forma prismática de mi, la que vive mi vida. ¿Quién soy yo? Suele ser esta mi pregunta estrella. ¿Qué tengo? ¿Ideales? ¿Convicciones? ¿Principios? ¿Cuánto valen? ¿Tú lo has conseguido? ¿Sabes quién eres? Tú, a pesar de todo, que no me juzgas, no lo hiciste. Lo sé, lo sé. Yo sabía que era cuestión de tiempo, digamos que los dos lo sabíamos. Pero yo quería conducir deprisa por las avenidas en lluvia y un golpe no era suficiente.

viernes, 7 de septiembre de 2012

martes, 4 de septiembre de 2012

013

Demasiadas veces he sentido, dicho o escuchado que solo se puede escribir cuando algo va mal. La prosa, el verso, las musas aparecen solo cuando no hay nada más salvo dolor o vacío o ausencia. Hoy escribo desde el vacío, desde el miedo, si queremos llamarlo así. Hoy escribo desde dentro y hacia dentro. 


domingo, 15 de julio de 2012

el poder de la mente

No hacer nunca lo que no quieres.
Con esa máxima por bandera conduzco mi vida, no es fácil, casi nunca lo es pero no lo ha sido especialmente esta noche. Sabes qué tienes que hacer, qué debes hacer pero no quieres. Sabes lo que deseas hacer. Surgen los problemas en mi mente.
Sin más me encuentro en una playa abarrotada de gente, con esa música dolorosa y angustiante. De fondo tenuemente un cantautor toca, casi inaudible pero reconocible. Los acordes sabineros van tomando forma y no puedo evitarlo, me acerco. No puedo, no debo quedarme. Lucho. Unas palabras diabólicas. Me quedo. De repente, conciertazo en directo, con la arena de la playa rozando mis pies y una cerveza fría acompañda de humo blanco. ¿Se puede pedir más? Buena compañía y eso también lo tengo. Y cuando no esperaba más, cuando todo era perfecto acaba el concierto con una voz rota  y nos dieron las diez y las once las doce y la una y las dos y las tres y tú Conductor Suicida susurras en mi oido unos tímidos versos. Y es, en ese momento, cuando me alegro de sobrevivir, de haber luchado todas y cada una de mis batallas, de lucir mis cicatrices (o vivir, como tú lo llamas) y de estar aquí. Archivo en mi mente cada sonido,cada olor.
Más tarde vuelvo a mi obligaciòn. Pero el sucio reggaeton ya no me molesta, los vomitivos tios borrachos me dan igual, el agobio, garrafón, colas, los viceversa han dejado de importarme porque el poder de la mente es increíble y la mia no se fue en toda la noche del concierto, ni de los acordes, ni de tu abrazo Conductor Suicida.
Volaré

miércoles, 20 de junio de 2012

114

Y otra vez aquí, ante esta libreta sucia y gastada, llena de palabras y frases sin sentido, sin apenas coherencia. Esta libreta que escucha lo que dice mi voz en silencio, que viaja conmigo y se llena con mis pasos. Camino sin más razón que el placer de caminar, sin prisa, paseo. A veces vuelvo a sentirme como el caminante lejos del hogar. Miro atrás, solo un momento, para coger fuerzas, vuelvo a ese verano mágico, vuelvo al norte, vuelvo al sur y miro hacia delante. Vuelvo al momento presente, y cojo mis maletas que aún siguen cerradas, preparadas para volver a cogerlas e irme. De nuevo, sin más camino que el camino en sí.

martes, 19 de junio de 2012

4.

Llovía. Nadie lo sabía pero a ella le encantaba la lluvía. No quería reconocerlo, quizá porque cuando llovía sentía una sensación tan íntima que a veces la hacía estremecerse. Era algo muy especial, la lluvia. Ahora se encontraba sentada en su terraza, pensando y mojándose, sin hacer ruido. Ruido, hacía ya tiempo que el ruido le molestaba. Era incapaz de aguantar el ruido de la gente, sus estridentes voces, e incluso el ruido de sus risas se le hacía casi insoportable. Quizá por eso buscaba el confort de los espacios pequeños, el calor de poca gente y la conversación armoniosa y pausada de los pequeños grupos. A ella le gustaba la voz de estar en la cama, esa voz tranquila y casi silenciosa, sin prisa. Llueve más fuerte, ella piensa que debería entrar pero se siente agusto ahí fuera. Puede pensar. Se pregunta quién más se estará mojando esta noche. Se pregunta también si compartirá alguna vez la lluvia. Quizá la lluvia sea su forma de permanecer en equilibrio, no siempre perfecto, con su oscuridad y su luz. Extraños visitantes, piensa. Está bien, se dice. Todo parece estar bien, pero a veces calla, porque tiene miedo y entonces busca el ruido y la gente y la risa y tiene prisa y espera que algo suceda. No obstante, nada sucede y eso la intriga, y se acuesta a su espalda y respira en silencio y ya no espera que algo suceda, porque está sucediendo y piensa que ese es un buen sitio para vivirlo.

domingo, 3 de junio de 2012

1915

¿Sabes esa sensacion de ir andando por la calle y sonreir?esa sensacion de estar viviendo tu vida, de saber que ya no esperas que algo suceda. Esa sensacion de no ser una superviviente, sino de vivir todas y cada una de las cosas que la vida te pone por delante. Esa sensacion es maravillosa. Gracias Budapest por darme algo más para seguir, algo más para ofrecer, ofrecerte. Para seguir llenando vacíos y penetrar con algo de luz en tu oscuridad, que no es más que la mia misma.

1915

¿Sabes esa sensacion de ir andando por la calle y sonreir?esa sensacion de estar viviendo tu vida, de saber que ya no esperas que algo suceda. Esa sensacion de no ser una superviviente, sino de vivir todas y cada una de las cosas que la vida te pone por delante. Esa sensacion es maravillosa. Gracias Budapest por darme algo más para seguir, algo más para ofrecer, ofrecerte. Para seguir llenando vacíos y penetrar con algo de luz en tu oscuridad, que no es más que la mia misma.

sábado, 2 de junio de 2012

107

Welcome Budapest!

Un día aquí y esto es una locura. Sensaciones, experiencias, sitios mágicos y cuando crees que ya nada va a mejorar...te enamoras. Sí, a simple vista. No me aventuro si digo (y que Íberos me perdone) que he encontrado el bar más alucinante hasta ahora visto. Y claro, no he podido evitarlo, enamoramiento absoluto y repentino.
Soy afortunada pienso, mientras escribo en este papel sentada en este bar (capaz, lo juro, de inspirar a una piedra). ¿Muchacha de ojos tristes? ¡No! Lady Madrid y Chica de Tirso con más fuerza que nunca. Y es que me paro a pensar y no puedo evitar sonreir. Podría acostumbrarme a esto, a decirte por las noches lo siento no puedo quedarme, tengo que coger un vuelo. Vivir en la carretera Conductor Suicida que es lo que más me gusta.
Te pienso y disfruto de tu ausencia.

[Paro]

Ahora que quizá la cerveza suba más de la cuenta, y el autismo se apodera momentáneamente de mi, vuelvo.

Me gusta esta ciudad, me gusta este proyecto, me gustan mis italianas rebeldes de "yo también aplaudí al que le tiró la figurita a Berlusconni"; me gusta los suizos (sobretodo el doble de Foreman) con su cámara que siempre me saca de lujo; me gusta mi cari (aunque suene vomitivo) porque solo él y yo sabemos por qué lo decimos; me gusta mi compi de habitación porque con una borrachera del quince y muriéndome de sed, compra agua con gas; me gustan los húngaros porque están como ausentes...
Me gusta estar aquí, sentirme viva y sobretodo saber que a pesar de ser una superviviente no todo está perdido. Sigo estremeciéndome ante la belleza, emocionándome con la magia de estos rincones, guardando en mi memoria cada olor (para los momentos duros que vendrán, también para regalártelos cuando los tuyos vengan), en fin, caminando.
Esta sensación me gusta, quizá Conductor Suicida, esto signifique que me aventuro a la zona descontrolada, conduce deprisa que el viento en la cara me excita.

Poco más que decir hoy, vuelvo a la socialización, el descanso de inglés ha sido suficiente.

sábado, 26 de mayo de 2012

403

Noches difusas que pasan al calor de la cerveza. Pensamientos inconexos que surgen con el etílico susurrar del vídrio. No temas. Quizá.

viernes, 18 de mayo de 2012

939

No somos nuestro trabajo. No somos nuestra cuenta corriente. No somos el coche que tenemos. No somos el contenodo de nuestra cartera. No somos nuestros pantalones...somos la mirerda cantante y danzante del mundo.

Por consiguiente, no soy más que lo que ves y tú no eres otro por cambiar de nombre.

viernes, 11 de mayo de 2012

#yovoy12M

Welcome Madrid!


Por fin algo que me saca de la rutina, que me devuelve la ilusión, a fin de cuentas que hace que aparezca Lady Madrid con sus pitillos ajustados, el sol calentándome la cara y más viciosa que cualquiera,
Muchacha de ojos tristes que deja un hueco a la Chica de Tirso, por unos días, por unas horas. Revolución, plazas, acampadas, asambleas y no puedo evitar sonreír. Que sí, que cometemos locuras maldito conductor suicida. Sol, La Latina, calles llenas de gente, sueños y un futuro por luchar. encuéntrame mientras me busco en más de mil miradas perdidas pero con rumbo.

P.d.: Hoy puedo decir que este cigarro sabe a mierda y que, sin temor a equivocarme, es lo peor que he fabricado en mi vida, pero no me importa.  ¡Hoy estoy feliz!

lunes, 23 de abril de 2012

3.

Ya no hay chica de Tirso, ni si quiera muchacha de ojos tristes. Sueños que se frustan y realidad que cae con el aplomo de las circunstancias.

¿Y él? Que ya no es un conductor suicida, que no le cuenta más de cien mentiras al calor de una barra de bar, que sus besos se institucionalizan y que se va tachándola a ella de huir. Él, que ya no se acuesta a su espalda. Ese que nunca estaba, pero no faltaba; ese parece ausente cuando la realidad asfixia y no quedan ganas de.
No hay luz en los bares repletos, ni caricias, ni besos. Y aún hay más pero no le quedan alientos y él ya no quiere llevarle el equipaje.
Mañana sonrisas radiantes y predeterminadas,¿quién va a quererla sino en su lado oscuro?
Intermitente como el ámbar de los semáforos. Quizá ella no quiere ver el lado positivo, solo sentirle ocupando ese espacio. Quizá quiere estar hundida y sin fuerzas, y no, no quiere que la salve, no quiere salvarse, solo quiere saber que está ahí sin redención posible a su lado.

lunes, 2 de abril de 2012

un gato, un número, una mano cortada

"no hay nadie en los cafés repletos, no te miento, no hay nadie" J.C


Cuida mis calles y mis miedos, cuida mis plazas y mis llantos. Corre, pasea, camina, súbete al muelle y sueña. Despierta en mis playas, ríe en mis bares, muerdes en mis parques. Vive ausente y guarda mi ausencia. 
Déjame, paciente, que te cuente la miseria de mi soledad, los estigmas placenteros cotidianos y los días de ayer que siempre vuelven. Déjame, entonces, sola con mis preguntas estúpidas y tus cuestiones acertadas, mis réplicas de consuelo y tus respuestas sin palabras. Déjame, aún mas, con mi tortura grisácea, mis despertares indómitos y mis sonrisas talladas. 

martes, 28 de febrero de 2012

2.

De nuevo ella. Ella delante del vacío absoluto que provoca su mirada ante el espejo, sus ojos penetrantes y acusadores que la miran desde el otro lado, eso la abruma. ¿Qué hay tras esa mirada? Ni ella misma es capaz de averiguarlo, su mente le resulta intrigante, se sorprende pensando.
Lleva un buen rato frente al espejo, ese en el que le gusta mirarse mientras llora, sintiéndose débil y despreciable por hacerlo. Así es, pero no puede evitarlo, a veces escapa y se refugia en su mirada al otro lado del espejo, que la insulta con los ojos pero la hace sentir segura. Llorar... siempre le resultó tan patético... Mira a su alrededor, los folios arrugados, tachados e incluso rotos en cientos de trozos furiosos provocan un caos a su alrededor. Todo es tan estúpido piensa. Luchar las batallas es fácil, lo complicado es salir impune. ¿Será tan fácil morir de pie?¿es cierto lo que dijo el Ché?¿quizá no sea más que otra de tantas historias para mitificar a las personas?¿es posible sostener una mentira en el tiempo?¿qué hay del miedo?¿quién nos mantiene en pie cuando el miedo paraliza el cuerpo y la mente? Demasiadas preguntas, de nuevo sin respuestas que no tengo, que no busco, que no quiero.
Pero en el fondo ella sabía las respuestas a todas sus preguntas, pero el dolor le resulta fascinante, le hace sentir viva y merecedora de esos momentos de ocasionales caricias. Las soluciones estaban, se dibujaban claras en su mente, pero tiene miedo y su reflejo tiembla, al fin y al cabo, ella no es el Ché...
(...)

martes, 14 de febrero de 2012

...en mi casa que es el polo...

Hoy he soñado contigo, con un posible reencuentro. Sentimientos a flor de piel, que se encuentran y tiemblan. He soñado con un beso, con un sexo que hacía arder infiernos.

Yo, cada vez màs lejos de tu pensamiento; tú, penetrando de nuevo en el mio.

martes, 7 de febrero de 2012

Mi miedo irracional

Si fuera posible cruzar a un hombre con un gato, mejoraría el hombre, pero se deterioraría el gato. Mark Twain.

Hoy aunque parezca extraño sentí en mi piel, quizá mucho más dentro, el miedo irracional sobre el que tantas veces he teorizado. Escribo temerosa todavía mientras  te siento venir a mi cama y acostarte conmigo. Sonrio, infinitamente. Me haces feliz con tu existencia callada al lado de la mia, con tu indeferencia y agresividad que te hacen especial. No te busco y no me buscas, pero estás en los momentos adecuados permaneciendo ausente en los excitados, que para esos sirve cualquiera. Me rio, mientras te miro y tú ausente a mi preocupada existencia, sigues en tu respirar armonioso y pausado.
Lo he pasado mal, demasiado mal. Quizá hayan sido los segundos en los que el miedo más fuertemente se haya apoderado de mi, irracional,  pero te he visto débil, como sin vida y un terror frío me ha paralizado por completo. Habrá quien lo considere desmesurado, me da completamente igual. Es a mi a quien consuelas y animas con tan solo tu movimiento autoritario y despreocupado, es a mi a quien consuelas con tu maldita empatía gatuna que te hace venir a la terraza lamerme e irte sin más, porque yo no necesito más. Hoy al verte así me dio por pensar en todas las cosas que hemos pasado y en lo mucho que puedo llegar a quererte maldita sea.
Todo debe ir bien, no hay motivo para que lo contrario se produzca, pero tengo miedo, lo sigo sintiendo. Una mala cura, un pequeño descuido... Necesito verte de nuevo totalmente recuperada, mordiendo y arañando, cazando pájaros y jugando con perros que te triplican el tamaño...necesito volver a verte bien porque hasta que eso no pase no podré estar bien. Te necesito ocupando ese sitio imprescindible de mi existencia, recupérate Harry.

reflexión a mi misma: ahora mismo me siento la puta loca de los gatos en versión empalagosa, dios...si Harry pudiera andar me traería un revólver.

Los gatos llegaron al mundo para desmentir el dogma de que todas las cosas fueron creadas al servicio del hombre. Paul Gray

domingo, 5 de febrero de 2012

1.

Ella seguía caminando sin saber muy bien el rumbo, solo la curiosidad la guiaba. Un paso tras otro y se sentía temblar bajo el abrigo, no había preguntas, no quería respuestas. El pasado que torturaba al presente y el futuro incierto que fustigaba al mismo. Ella se sentía perdida, también, pero seguía caminando sin mirar atrás, tampoco delante pues no había más que vacío incierto.
(...)

domingo, 22 de enero de 2012

Where is my mind?

Reflexiono en esta oscuridad de mi mente. Pienso en estas personas que me encuentro a veces cuyas mentes interconexionan con la mia pero no dicen nada. Intento esforzarme en no caer en el rechazo absurdo, en la prepotencia sistemática o en el juicio fácil...pero no siempre puedo. Odio las mentes incapaces de hablar, las que no vuelan, las que no me transportan a paraísos efímeros, las que no me ponen. Y este es el problema, me encuentro demasiado con este tipo de mentes que danzan por el mundo vacías y felices, que me joden con su felicidad de plástico, que no vuelan ni me hacen volar. Quizá, en el fondo, sea esto lo que me duele, verlas en su danzar despreocupado mientras yo me torturo y nada me llena. ¿Qué hay del valor? Ese que no poseo, que tú no posees, que no sé si quiero.
A veces te miro y te intento descifrar pero no lo consigo y eso me gusta, te leo y me pones y me irritas, pero vuelas y yo vuelo contigo, a veces, cuando tu barca es suficientemente grande y me dejas. Y otras me rescatas del tedio o me hundes o me salvas con cinco líneas de Cortázar. Pero te vas y te encierras en lo oscuro de tu mente y no sé nada de ti, aunque te mire, aunque te lea. Y es todo esto, supongo, lo que espero de una mente, de una persona.
Para qué negarlo, si somos lo que somos...benditos malditos, todos.

jueves, 5 de enero de 2012

¿qué?

hoy sentí que volvía a recuperar mi habitación al entrar con la luz encendida y sin preocuparme por los ruidos. Escribo acostada en la cama y veo la ausencia que deja tu hueco en la otra cama y te echo de menos bichito. Es estúpido pero ahora me encantaría escucharte de madrugada gritando que hay un lagarto y saltando a mi cama. Esta noche te necesito respirando a mi lado.
Estoy triste esta noche, de una forma absurda y demoledora. Me inquietan las conversaciones bibliotecarias, pero me gustan. Me gusta tenerte ocupando ese espacio.
¿Melancolía?¿será posible en mi? Te echo de menos irremediablemente sí. Quizá sea otro de los motivos de esta inesperada tristeza que corrompe mi mente,será que los días tienen otro color sin ti,porque en el fondo,en el fondo...
Leo esta especia de basura litetaria y me dan ganas de prenderla con el primer mechero a mano,pero...espera, no tengo ninguno! Qué gilipollez. A veces me siento bipolar.
Siento como si se hubiera perdido algo, o como si ese puente que creía tener se hubiera roto, o peor, como si tú lo hubieras retirado voluntariamente. Es probable que ese sea uno de los motivos de estas líneas desacertadas, reprobables y que no se atreven a salir en el momento adecuado, en la ocasión oportuna. Háblame desde el etílico susurro de la verdad irrevocable. Cuéntame si tu mente también se corrompe, gritame con el valor que solo los grados agríos ofrecen. O cállate diciéndomelo todo.
Volverse etéreo y volar, es lo único que pido y a lo que no estoy dispuesta, ya, a renunciar.
¿Y tú sabes volar?