Entiendo tu postura, no debe ser fácil mirar la vida desde tu lado del sillón. Intento comprenderla, incluso a veces puedo llegar a acpetarla. Miedo, sé que tienes miedo de no ser el que fuiste, miedo de no ser para mi lo que eras. Fuiste mi universo y eso nadie jamás podrá cambiarlo. Pero crecemos, tú y sobretodo yo. Para mi pequeño mundo tú podías ser el único Dios y soberano, pero ahora mi mundo es grande y cada vez lo será más. Esto no quiere decir que no podrás formar parte de mi universo, serás una parte muy importante, pero ahora solo yo domino mi vida. Me duelen tus palabras y aunque no lo creas me hieren mucho más que las de cualquier otra persona. No es fácil ver como cada vez las cosas que nos unian se hacen más pequeñas y las que nos separan más grandes pero te lo advierto, no es solo mi culpa. No es suficiente con decir sabes que te quiero y que estaré aquí siempre, búscame en esos momentos en los que te apetezca compartir tu tiempo conmigo, yo prometo que lo haré.
Sé que no te gusta verme crecer y verme en brazos de otras personas que no son tú pero debes saber algo, no existe un solo abrigo como el tuyo y jamás nadie podrá reemplazarte, no vivas con ese miedo. Te quiero, pero no es fácil perdonarte como si nada, el daño ya está hecho y tú no has venido, una vez más, a intentar ver la vida desde mi lado del sillón.
Océanos de fuego nos separan ahora mismo....
No hay comentarios:
Publicar un comentario