domingo, 6 de febrero de 2011

sal, tequila, limón!

Otra vez demasiados recuerdos invadiendo mi mente. No es posible. Me tocaba a mi. Controlable, lo suponía controlable. Tu aliento demasiado cerca, tu boca rozando mi piel, ¿qué me quieres decir con tu mirada? No me hables, no te atrevas a hablarme del pasado.
Decisiones que cambian mi realidad en un segundo, ¿arrepentimiento dices? No, determinación. Tus manos, ¡qué digo!, dos dedos recorriendo la línea de mi nuca y vuelta a jugar a la ruleta rusa, esa en la que siempre pierdo, esa en la que hace tan solo unas horas volví a perder...
Demasiado tequila susurras y una sonrisa firmemente establecida te grita que "el sufuciente". Demasiado nunca es suficiente, comentas con una sonrisa malévola...Pues tomemos el penúltimo, salió de mi boca sin apenas ni pensarlo. 
¿Qué sientes? Nada, me gustaría dejar de sentir, aquí estoy bien.

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