martes, 28 de febrero de 2012

2.

De nuevo ella. Ella delante del vacío absoluto que provoca su mirada ante el espejo, sus ojos penetrantes y acusadores que la miran desde el otro lado, eso la abruma. ¿Qué hay tras esa mirada? Ni ella misma es capaz de averiguarlo, su mente le resulta intrigante, se sorprende pensando.
Lleva un buen rato frente al espejo, ese en el que le gusta mirarse mientras llora, sintiéndose débil y despreciable por hacerlo. Así es, pero no puede evitarlo, a veces escapa y se refugia en su mirada al otro lado del espejo, que la insulta con los ojos pero la hace sentir segura. Llorar... siempre le resultó tan patético... Mira a su alrededor, los folios arrugados, tachados e incluso rotos en cientos de trozos furiosos provocan un caos a su alrededor. Todo es tan estúpido piensa. Luchar las batallas es fácil, lo complicado es salir impune. ¿Será tan fácil morir de pie?¿es cierto lo que dijo el Ché?¿quizá no sea más que otra de tantas historias para mitificar a las personas?¿es posible sostener una mentira en el tiempo?¿qué hay del miedo?¿quién nos mantiene en pie cuando el miedo paraliza el cuerpo y la mente? Demasiadas preguntas, de nuevo sin respuestas que no tengo, que no busco, que no quiero.
Pero en el fondo ella sabía las respuestas a todas sus preguntas, pero el dolor le resulta fascinante, le hace sentir viva y merecedora de esos momentos de ocasionales caricias. Las soluciones estaban, se dibujaban claras en su mente, pero tiene miedo y su reflejo tiembla, al fin y al cabo, ella no es el Ché...
(...)

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